¿Se han preguntado cuantos pasos ahà del odio al amor? DÃganme a mi que no se cuándo esto paso de un negocio malévolo a incrustarse en mi corazón. ¿Ya no sé si él aún sigue bajo el hechizo o en verdad me ama? ¿Y si me ama? ¿Que haré? ¿Yo lo amo? No, el amor no tiene cabida dentro de mis planes, tuve que sacrificar un hijo por esto y no pienso dejar que un estúpido sentimiento me arruine todo. La verdad nunca deberá salir a la luz, este será nuestro secreto. Entre tu y yo. ¿Quién sabe? Tal vez pueda reencontrarme con él en el futuro y ser una familia feliz. Pero por ahora el riquillo debe seguir atado a mi.
El firmamento oscuro y desolado, sin estrellas que sean testigos de lo que estoy apunto de hacer.
La única testigo de mi desgracia es la luna y yo, dos almas solitarias, casi tal para cuál.
-Necesito casarme con él - le digo a la presencia frente a mÃ.
- ¿Por qué crees que yo puedo hacer eso?- su voz es frágil, casi arrastrada por el viento.
- No lo creo, lo sé y quiero casarme con él - le digo decidida, la sangre humedad aún corre por entre mis dedos.
- ¿Acaso lo amas? ¿Cuál es tu motivo? - su cabello blanco como la nieve se mueve en coreografÃa con las ráfagas de la brisa nocturna.
- Quien dijo que para casarse , debe de haberse amor de por medio, es solo un papel que une a dos personas, eso no asegura ni la fidelidad, todo es una farsa ¿y porqué no sacar provecho?
- Esto no te saldrá barato niñita.
- Pon tus condiciones - le digo si. Titubeos.
- Quiero el primer hijo que des a luz- cuando esas palabras salieron de su boca, me congele, mi mente se trabó.
No estaba preparada para esto, mi corazón se acelero desenfrenadamente y mi respiración se entre corto.
- ¿Qué te arrepientes de haber venido?- dice con una sonrisa- ya sabÃa no tienes la fuerza, puedes irte querida .
Después de unos minutos, mi cabeza y mi corazón en discordia tomaron la decisión de la cual seguramente me arrepentiré para la eternidad pero si por salvarla, todo vale la pena.
- Acepto... Tenemos un trato...