UN ITALIANO VINO A RESCATARME
que debo dejar de
stir al bar. ¿Tanto te gusta ese lugar? De ser asÃ, piensa en tus prioridades. Estoy
es es algo que ya habÃa pens
estás diciendo a m
azón, alma e inteligencia. Era de ese tipo de inteligencia que ni el más erudito podÃa enseñarte porque con eso se nace. Se
s de texto... -Aida tomó el celular entre sus
s... ¿C
te e
on enviándose mensajes para asegurarse de no
por la noche, eso significa que
l juego Snake 2000, que era una vÃbo
stoy seguro que van a encantarte -dijo
ntirse ignorado. Por eso decidió sacar s
vil te daré a p
ambrienta desapareció al darse cuenta de que no era una hamburguesa
la hamburguesa, come un poco. S
guntó refiriéndose al tatuaje que s
tatuaje y ella asintió-. U
e d
cieron sÃ, pe
lo hiciste? -
o. ¿O no? -Du
ue se cruzaban en su pecho haciendo una especie de corazón, pero lo importante no era eso, sino que era
... -dijo al a
nente -info
erpo permanentemente, él se puso nervioso al sentir su suave toque y tragó saliva. Ella recorrió cada lÃnea provocando que la
ón... -susur
re de una chica -dijo a
ás chicas a
Apretó la
s, aunque ella nunca antes habÃa experimentado ese
ró al terminar de
ajó la
-Suspiró al ponerse de pie y col
za tratando de contener el deseo de tom
untos por
probado el
e acercó a ella tomándola de la mano con delicadeza para que se pusiera de pie. Cuando estuvo de pie colocó un mechón de su cabello atrás de su oreja y le acarició la mejilla hasta lle
con sus largas pestañas oscuras-. Voy a quedarme hasta que termines de comer el bocad
iciosa porción de Hot-dog Julian se marc
anca nieves que mamá me contaba de pequeña? -se preguntaba queriendo saltar el balcón par
s, después se tiró en la cama para dormir, pero los pensamientos llenos de celos y envidia no se lo permitieron. Ai
a abrazarla, a sentirla... Para amarla y protegerla con más intensidad, pero todo se quedarÃa en un simple deseo sin respuesta. Él ya habÃa probado que las oraciones desesperadas al cielo n
lodÃa melancólica que anunciaba su llegada, él y su amigo la inventaron a los diez años de edad. De inmediato la puerta principal se abrió y Wesley salió al rescate de su amigo abrazándolo con fuerza
l, dime.
su casa, pidió ayuda al señor Samuelson; su mayordomo. Era un señor de cincuenta años de edad, las canas propias de la vejez ya se asomaban en sus cabellos negros, tenÃa ojos a
guna medicina puede curar -dijo Sam terminando
ubrió a su amigo con una manta mientras él seguÃa llorando-. Pued
a noche, señor -dicho eso se mar
duermes conmigo -Julian negó con la cabez
toy en casa -muy ap
ablos esta
todo después, por
yo esta
nada para salvar a Veriana. Cada dÃa desde lo ocurrido trataba de olvidar dicho acontecimiento, pero cu