UN ITALIANO VINO A RESCATARME
ué más pasó?
uajes eran peligrosos, má
a niña. -Él cr
a hacer tatuajes, pasó el bisturà por mi brazo y mira la gran herida que me hizo. Ell
n un grito ahogado-. ¡Aida, cualquier se
que h
a, ¿Por qué tu madre hizo tal calamidad? ¿Para impedir qu
é te
urrar en un grito ahogado. Pues ambos es
apel, Julian. -Los ojos de A
porque si tuviera una enfermedad en su piel nunca la hub
gele a tu madre comida de verdad, pÃdele que te deje sal
va a tomarlo mal. Mamá me ama, de eso no teng
er que le sigas creyendo después de e
rÃa incapaz de hacer
aclarando sus ideas-. Déjame mostrarte que no
edo sa
diversiones de la ciudad, apuesto que nu
er
e. Vamos, déjame enseñarte las maravillas que
o soy!
e cubrió los labios, Aida se
Te estaré esperando, solo
o por m
cir verdad, me atrevo a salir al exterior a causa tuya. Quiero co
e las manos-. No eres de papel, lo repe
Ãa que fue
adeza la jaló hacia é
quedaron mirando las estrellas desde el balcón, Julian tenÃa miedo de marcharse porque estaba 100% seguro que el enemigo de Aida era Camila; su madre. Pero decirle tal cosa
da. ¿Me dejas hacerlo
u dulce voz estremeció su coraz
ana, ni
beso en la cabeza, bueno, sÃ; su mamá. Per eso fue cuando era niña y la sensación era completamente diferente. Con d
ez una niña que ya no
cón, ella invadida de dudas e incertidumbre intentó retroceder a la seguridad de su habitación arr
ieres seguir en la seguridad de lo conocido, entonces vuelv
dose a su auto con los ánimos por los suelos, no cuestionarÃa la decisión de Aida, la a
alones de mezclilla y los zapatos tan divinos que aún le incomodaban. Tragó saliva y se mordió el labio pensando en lo decepcionada que estarÃa su madre, en las ganas que tenÃa por salir a descubrir el mundo. Luego de un par de segundos
ico sin voltear para atrás, pues creÃa que se trataba
que sucediera algún accidente fue hacia ella ayudándola a bajar. Cuando Aida tocó el piso del exterior sintió que un aire
ó el cinturón de seguridad pues ella no sabÃa utilizarlo. Cerró la puerta y se subió al asiento del piloto, al encender el auto Aida soltó un pe
ro que en el diccionario que
ia fuerza motriz para funcionar y se desplaza guiad
parque de diversiones. No te
veÃa. Luego de veinte minutos llegaron al parque de diversiones. Estacionarse fue un caos, sin embargo Julian tenÃa experiencia conduciendo, por eso se le hizo fácil aparcar cerca de la entrada. Al bajar del auto le abrió la puerta a Aida, le ayudó a quitarse
e está g
rsión -dijo al cerra
u cuerpo al auto abrazando la puerta d
de diversiones se deben únicamente a que los visitant
n, tenÃa el cuerpo rÃgido debido a lo
l hombre de la entrada y este le dio el par de boletos Premi
ngan lin
-contes
icÃa revisaban que no llevarán armas o drogas al interior de la feria. Por eso tenÃan que poner sus pertenpasar por ahà -dijo señalando las b
r de ti. -Lo tomó del brazo encajándole l