Ardiente Deseo
nos horas nos ha indicado Rebecca siento un gran alivio no estaré por lo menos todo
n examen y debo estar un tiempo en la universidad. Una compañera llamada Elena nos advierte que los fines de semana especialmente el sábado los eve
en calma, sin embargo, llega enseguida Mr. Jones veo desde lejos como los empleados con cargos gerenciales se ponen prácticamente firme en definitiva este hombr
imiento no sé porque alzo la mirada y allí estaba Mr. Jones y me quedo atrapado en su intensa mir
a por lo que me asusto. ¿Para qué diablos lo debo acom
go. Nos internamos en
su rostro tenía un aspecto más apacible. Percibo que disfru
Tienes mucho potencial y de paso tienes una excelente
ias s
conmigo? Te inv
s cálida y más con ese acento americano con su inglés aún muy marcado tratando de emular un perfecto españ
ificada, el corazón se me va a salir de
iento muy ruborizada busco la manera de no mostrarme incómoda
regu
becca
rprendo y sigo sin comprender esa complicidad entre ambos. A mi Rebecc
r con Rebecca no me parece correcto
me ordena. Ingreso al elevador hasta el sexto piso miro a R
e abajo-trato de no darle muchas exp
me dice que necesita
me voy gracias Reb
lí esta él esperando por mí. No había absolutamente nadie cerca solos él y yo. Son la una y cuarto de la
dijo realmente a Re
salir por tu examen.
saben que voy a
es la ventaja de ser él manda más-me lo expresa con mucha arrogancia
sfruto del momento verlo al lado mío me ha dejado completamente desconcertada mis recuerdos de él no le hacen justicia no olvido la
iego bañado de perfección, estoy aquí en su camioneta que de seguro debe de valer una fortuna quien lo iba a decir destierro todos mis pen
os? -le pregunt
ugar de la cuidad
va a deci
sonríe con esos dientes perfectos co
sterio me abruma respiro hondo y frunzo el ceño con evidente signo de hastío. Llevamos como trei
oma dirección por la calzada de Tlalpan. Lo miro y no me expresa absolutamente nada me estoy impacientando. En
de un aspecto muy rudimentario y algo tranquilo no tiene l
irve la mejor comida
oso. Nos sentamos en una mesa muy pul
dos-nos saluda un señor mayor como de unos ses
yote, to
bien y muy contento
de venir la comida que sirve en tu
de horchata muy refrescante. Nos despedimos del dueño con mucho cariño con la fiel promesa de volver de
indica con la mano-para subir a u
jinera con mi nombre arriba, la alegría me elevo al c
a trajinera
o dejo de pensar en ti-alzo una ceja asombrad
io. Sigo sin creer que esto me está pasando está me pellizco ligeramente sin que se dé cuenta para comprender que no es
que hasta escupiría confetis. Rápidamente miro el reloj y me acu
rnos tengo un examen muy impo
nía
Cóm
ro para que te haga ese
? -pregunto de
para nosotros no iba a permitir
arruinar este día
igo de antemano yo no me ando con mucho sentimen
ue no tiene
r pues nos marchamos y te llevo a la
ro para la próxima infórmeme bien de sus planes no m
n toda mi boca y tropezarse con mis dientes. Sigo atónita ante mi adonis la perfección de la masculinidad dela
manifiesto el mismo beso y con la misma pasión que él me ha brindado hace rato. La trajinera está
sus labios es tan fascinante sí así es la forma como besa, mi mente vuelva mucho más allá de un simple deseo fugaz
ser. Ahora siento a este hombre como un desafío ya no representa ninguna ame
vernos, en una situació
e la sorpresa-frunzo el ceño como advirtiéndole-si ya se no me mires así n
metro con noventa centímetros, mientras que yo solo mido un metro con sesenta y cinco. Lo
sotros dos ahora mismo es alucinante. Ya no son solos mis nerv
spacho lucias más linda que en la
había sentido curiosidad por mí con antelación, mi llegada a la empr
ena estrat
esa recorrer varios países del mundo por pura ca
que ostenta para tenerlo se nec
ermosa eres muy inteligente y avi