Esposa a la venta
me llevó a la misma habitación
Dijo apena
l día había sido agotador... ¿En serio pe
haste... Quí
. Estoy agot
te... Aún no, ahora Obedece, n
cumpliera su palabra. Una vez que mi cuerpo estuvo expuesto me
Agregó, yo las es
vas a
por ti, no me voy a arriesgar
odría- le respondí, ya había pasado arto
todo lo que digo? Te lo adviert
tomó mis manos y, por más que intent
quí y obligarme a casarme contigo?- Le di
ara intentar luchar con mis res
brazos estaban entumecidos. Intenté liberarme, luché durante varias horas refregando la cuerda contra el respaldo hasta que logré ro
rtara, sabía que si volvía y no me veía ahí se enojaría aún más que cuando no
iones sociales en las que necesite comprobar que tenía esposa. Miré a mi alrededor, el lugar era extremadamente lujoso, sin embargo lo único que yo veía eran barro
Ricardo entró
r- Y como si fuera poco te vestiste... ¿Acaso
Es que...- Dije leva
e había quedado claro que
lo sé- Respondí con voz t
haces lo que te digo?!...
ientras me quitaba
ra harás absolutamente todo lo que te diga, ni más ni menos... Desde ahora te moverás, hablarás, incluso respiraras cuando yo lo diga, no importa si quieres o no... Si me des
- Respondí e
lo
lo
ue me sostenía, en el tono de su voz, en resumen, todo su ser daba miedo... Inc
iente "orden" Él empezó a besar mi cuello
en tono impositivo, yo asentí moviendo la cabeza, entonces él s
a el fondo, parecía una verdadera muñeca en sus brazos, apenas jadeaba un poc
ba cada vez más duro "Como si pudiera evita
e terminara, demasiado asustada para poner resistencia, para moverme, reclamar o tan sol
ella ni con nadie, solo recíbelo y come en silencio ¿Entendid
sentimientos, pensamientos y mucho menos voluntad propia. Tal como dijo minutos después entró una mujer de unos cuarenta y algo, con algu
o...- Yo negué con la cabeza mientras me preguntaba si en serio nadie sabía que estaba ahí contra mi voluntad... No sería tan cruel de pregu
o que me había traído, me sentía demasiado mal como para pensar en comer, tenía un nudo en la garganta, sentía e
una muñeca, era el primer día que estaba en la casa de Ricardo, pero ya había pasado muchos tormentos más en otra prisión en la que me trat
a había logrado conciliar un poco más el sueño alguien prendió la luz al entrar. Era él de n
no has comido
bre- Contesté
claro que no puedes rechazar nada de lo que
o- Dije c
el día sobre la mesa- Ahora, come- Dijo sentándose en una silla a mi lado. Lo quedé mirando unos segundos, él tenía clavado los
o tengo hamb
echazar lo que man
No es mi int
la cama, se quitó el cinturón y agregó- Creo que voy a tener que enseñarte lo que le pasa a quienes no me obedec
duele mucho... Para, lo si
ine contigo no te vas a atrever ni a pensar
ron horas, luego dejo todos los platos e
... Un par de días de hambre te enseñarán a
realidad no sabía cuánto tiempo estaría sin hambre, pero de todos
do moretones y heridas que demoraron casi 2 semanas en sanar, duran
- Dijo una mañana, ya e
para atreverme a desobeder, cada vez que me hablaba era para dar una orden, insultarme o regañarme.
está vez estará toda la familia así que d
te pre
bien?- Lo quedé mirando un momento, no sé si era la falta de afect
bien?- Dije, quería asegurarm
amente es
... He dormido p
embargo la siguiente frase me confirmó que seguía siendo el mismo ególatra sin corazón de sie
nos tenemos sentimientos ¿sabes?- Exclamé s
Dijo levant
buen corrector por ahí... No t
jo fulminándome
pasan estas cosas?" me pregunté mientras miles de lágrimas brotaban de mis ojos, ya estaba tan cansada de todo eso, de llorar todo el tiempo, de siempre tener miedo, de ser incapaz de sonreír genuinamente... Pero por sobre todo, de ser tratada peor que un perro... Era como si para él ni siquiera fuera un ser vivo, solo eno tengo todo el día- G
gro con blanco que él escogió para mí, tuve que ponerme 2 capaz de corrector y 2 más de base par
u jaula solo para darse cuenta que le han cortado las alas... Así era, no importa