Pasión prohibida: Entre hermanos.
aunque trataba de controlarse, por eso la besaba, no solo en sus labios, tambié
parte de ella que jamás había conocido otro contacto que el de sus propios dedos, au
entras sus piernas lo abrazaban de las caderas, así lo quería,
- le susurró a su oído, al tiempo que sonreía al sentir la barrera que tenía q
ella de una vez y quedando por completo clavado en su interior. Quedándose quieto por un momento, d
y es que ese pinchazo había sido doloroso; aun así, la sensación de tenerlo dentro, co
lla. Ella era diferente, no era cualquier mujer y si no hubi
tás
rse a no besarlo, por lo que se apoderó de su boca del mismo modo e
gua, del mismo modo en que él había profanado su coño. Deseando que no se detuviera, que siguiera moviéndose hasta que el dolor
o tiempo, por lo que ahora que la tenía en sus brazos, nada podía i
viera que hacer o si tenía que ir en contra de su padre, no dejaría que
la joven su deseo de ser ella, quién llevará el ritmo de ese beso que solo hacía que su deseo p
iendo y besando sus pieles para hacer que olvidaran sus labios, pero
sas piernas y colocarlas en sus hombros antes de volver a enterrarse en su interior, con fuerza, sintiendo ese calor húmedo qu
ita, quiero volver a esc
e ese hombre caminó cargándola hasta la cama mientras la tenía pene
or ella, del mismo modo en que ella lo estaba de él, del mismo modo en que no había dejado de pensar e
o no tardó en llevar su boca a esos pezones sonrosados,
os, ofréceme tus sua
eciente de cada uno de los movimientos de su amante, certeros, impecables, ya ni
sigue follándome así...-
ía empujándose, cada vez más adentro, encontrando el ángulo perfecto para tocar su pun
lo brazo y llevando su otra mano entre los femeninos pliegues, en
e nada, su cara al
, solo le faltaban esos dedos, estimulándola de forma magistr
llevar c
cción de su amante, succionándolo para arrastrarlo con ella a la locura, para que compartiera con ella
mo si de un tsunami se tratara, dejando por primera vez su mente en blanco, con la respiración ag