Oscuridad
abía una brusquedad en él que no era del tod
xígeno. Ella vio por primera vez la camioneta, o lo que quedab
eras estaban abiertas. Las llamas salieron disparadas de ambos lados y el humo negro se elevó hacia arriba. Un cuerpo yacía cerca de la puerta del conductor:
dentificó la forma de una cabeza y brazos. Él no se movía. Se las arregló para contener las ganas de vomitar. Cayó en la cuenta de que acababa de matar al menos a tres personas, a
agarró de los brazos. Él fácilmente la puso de un tirón sobre sus pies inestables. Se tambaleó un poco, pero trabó las rodillas. Su entrenamiento exigió que saliera de eso y siguiera
" gruñó esa voz prof
ró al guardia. Él era más de un pie más alto que ella y enorme. Le había abrochado las esposas en
o de encontrar su voz
. Gruñó. "Le robaste un arma a u
arles que regresaran en caso de que el tanque de gasolina aún no se hubiera reventado, pero estaban manteniendo una distancia segura. La Nu
erd
o y se dio cuenta de que la había jodido. Se habría reído abiertamente de alguien si hubiera hecho lo
firmemente la parte superior del brazo
lancia. Parte del techo se había derrumbado y todo el lado que da
amente gruñó. "Est
icó por su forma y la pistolera v
go que revisar a nuestra gente. Desnúdala hasta quedar en
sonaba estresada cua
. "Calma. Tomar una r
n siguió su consejo, aunque
uestros murió?" Rusty sonab
ahora y obsérvala de cerca. Nadie debe acercarse
le. Los oficiales se apresuraron a llegar a la escena y vio movimiento a través de una ventana
desde el frente había sido engañosa. Más oficiales salieron corriendo con todo el equipo. No se tomaron el tiempo p
, susur
buena mentira para explicar lo que acababa
Oscuridad. No hablar hasta que él
ince pies por veinticinco pies. No había espejos de dos vías. Una silla estaba atornillada al suelo cerca de un desagüe. Había un gancho en la parte superior de la pared de
aba más a uno que había visto recientemente en una película. Los guardias casi habían golpeado al prisionero hasta matarlo. La sangre había empapado las paredes y e
tó las esposas. "Quítate t
taba fría cuando se desvistió y colocó su ropa en una pila doblada sobre la mesa, sus zapatos al lad
frente o
uñecas, aceptando el clic derido. ¿Necesi
o dolor en la espalda. Sin embargo, no parecía importante ni serio. Sus emoc
asie
sus zapatos. "No te levantes. Quedarse
un poco de a
u solicitud
que había cerrado la puerta. Kat miró alrededor de la habitación con gravedad.