Renina del infierno.
e importa, jure no volver a cometer esa estupidez, pero... hay más de una forma de morir, como el alcohol, o mejor aún, caminar de madrugada, sola, vistiendo una falda que apenas me cubre el trasero y
mi muerte y eso está bien, s
e que éramos niños. - acaricia mi cabello
s por qué hacerlo, ¿Qué hubiera pasado si te encontrab
los defectos son la carencia de emocione
¿C
osa, arrogante, altanera, pero gracias a
es mi Chi
uya, porque si tenía defectos, aun los tengo, soy caprichosa porque te desee incluso en aquel tiempo, egoísta porq
de mi mente se desvaneció y me dejo ver
ben regresar, las debo mantener a raya en mi mente desquiciada. - ¿Estas bien? - abro mis ojos de golpe al sentir una man
n que él pueda ver mi odio, mi necesidad, y también mi deseo de querer grabar su voz,
rostro serio, su mirada que lanza ray
y. - ves Eliot, puedo ser despreciable, puedo ser altanera, puedo ser lo que más odiabas de la gente rica,
alentina? - desconfianza, eso veo en sus ojos, serás un
ije, doy
golfa? ¿bebiendo u
e da la gana, prejuicioso de mierda. - no puedo evitar sonreír al ver su rostro
ndice en mi labio y ruedo los ojos com
reocupación, se lo que preguntara y vuelvo a reír, maldición debería filmar este momento y mostrárs
uecas son mu
e su hombro para quitarlo de mi camino, pero en men
están tus
lo impiden, no solo eso, me arrastra a un callejón no tan oscuro, y más limpio de lo que esperaría en este lado de la cuidad
o mi reina? ¿quién
o se puede romper algo que no
e Eliot que el mío, lo que despertó mi furia fue el desprecio con el que lo dijo, para mi suerte y desgracia de su descendencia,
en el suelo de rodillas, como se retorcía de dolor, Salvatore solo se dedicó a devorarme con sus ojos oscuros, como si jamás hubiera visto una mujer con minifalda, o con
creo que fuese por el hecho de que uno de ellos estaba aún quejándose por
ecen aún más. - Digamos que es mi estado natural. - termino de decir y muestro mi sonrisa más perra que tengo, dejándoles en cl
plió su promesa. Me quedo inmóvil viendo el brazalete de oro, que en ese entonces me resulto demasiado grueso para mi muñeca, pero que ahora era de gran utilidad para cubrir eso que tanto desestabilizaba a mi familia. No me doy cuenta
stas muerto. - rompo la botella contra una de las paredes y cuan
, porque necesito, deseo, escuchar
rás en un lio muy grande y..
na, no
aldita blusa se levantó y que la parte baja de mis senos son
so en parte me conmueve, ¿Cuándo fue la última v
poco cordura que me queda, toda ella depende de ese brazalete,
egando y nada bueno resultara. - Ezzio me suelta poco a p
el asfalto, casi atropellando a los De Luca, lo peor es que no viene solo, Lion también esta
mandíbula apretada, puedo j
a Rocco ignorando la m
mi dirección, pero antes qu
cursi. - veo como Don saca su
bligando a Don a mover su arma, aunque es tarde, la bala roza mi mejilla, aun
is hermanos los que gritaron, p
Rocco, estaba pálido y su risa burlona ya no estaba, extendió la mano y tome mi brazalete, entonces tom
tomar una bocanada de aire, mientras mi mano se aferraba al brazalete, para cuando vol
n veía los ojos de Rocco, estaba frente a él, a menos de veinte centímetros de d
os a mis familiares, estoy segura de que no comprendían por qué no se acercaban, p
moví, como si Rocco no estuviera allí, caminé e incluso lo emp
cc
vatore nos tiene un poco preocupados, ella aun carga esa pulsera con la inscripción Eliot y Tina por siempre, no nos
olo está viendo a la acera de en frente, es entonces cuando veo a nuestra reina
una sonrisa se expande por mi rostro
erte que no le quisieron hacer nada, menos mal que a Ezzio se le ocurrió la idea de darle un poco de glamur a este vecindario, de esa forma podemos atraer a pe
one que debemos enamorarla, Ezzio al menos la a besado. - Haz que se
o la lleva hacia el callejón no soy el único en molestarse, cruzamos justo para ver como Tina le rompe los huevos
queda clavada al piso, viéndolo, como si nada más existiera, como si toda su vida girara en torno a ese mal
oscurecen, su rostro se contrae con odio, y está a punto de intentar atacarme cuando Ezzio la toma desde atrás, levantando sin q
definitivamente reacciona a la v
o me gustaría verte en él. - maldición, ¿acaso está generan
na, no
no en el bolsillo aprovecho a apretar la maldita j
co, d
solo para ocultar el malestar que me
y nada bueno resultara. - Ezzio la obedece, claro que sí, está
a Ferrari negra... ¿en verdad niño?, las ferraris deben ser rojas,
ioso, creo que piensa que le quer
go su atención, solo
puedes quietarme la
lanzara por mí, pero para mi sorpresa es su mellizo quien me apunta co
ir, fui consciente de como corrió unos milímetros su rostro y su nom
con ella, ¿cómo se le ocurre poner su vida en pe
bio, solo cierra sus hermosos ojos y respira con profundidad, me gustaría besa
o estaba sola, nos podía tener, solo debía aceptar y lo demás lo
que me inquieta, la aman, y ella estoy seguro de que también, no se ve bien, ¿por
ía quedado demasiado perdido en su rostro, en sus ojos. Aun atónito veo como sigue caminand
dado a demostrar sus sentimientos, menos frente a quienes considera enemigos, aunque claro,
es como Donato que no dice nada, pero nos está acribillando con la mirada, bueno solo a mí, pero en silencio, u
ice el mellizo de
jos? - indago sin
por eso lo salvo. - sus manos se cierran
rofunda de Noha no me causa miedo, se n
levanta una de sus cejas con incredulidad en mi dirección, de acuerdo lo confieso
a arranca tus ojos, o man
ada, como apresura su paso, a donde Tina está de pie, en una esquina, y como si estuvie
stro territorio? - Leonzio encara a Noha,
to, el padre biológico de Tina es quien habla y
ent
re ya sé que lo arruine, observo en silencio a m
mi cabeza, arrepentida, apenada, sintiendo la clase de m
, no volver
ja? Siempre vas al cemen
ese lugar ese día, cuando aún estaba allí tirado
iempo de dar v
que no lo intento? ¡¿piensas que me gusta vivir así o así sea vivir?! - la
na, lo lamento tanto, no
ina lo que es para mí, pero mi dolor y eno
lven a mi madre, consolándola, no lo soporto, me levanto y voy al pequeño baño
no es el motivo por el que estoy aquí, me coloco mi ropa deportiva, y por supuesto las zapatillas con elástico, sin co
olor en sus ojos, pero no doy marcha atrás
coma alcohólico! tu... - su dedo índice se eleva en mi dirección, me gustaría decirle que es de m
desháganse de la loca de Valentina, la inút
s de esa forma! No me
mos un lazo sanguíneo que nos un
stimo, lo sé, es lo mejor, que me odie, las pe
l cosa?! - mi madre esta roja de furia, b
a, eres un fracaso Emma, deja de mentirte a ti misma, no eres fuerte, sigues siendo Emma, la pobre huérfana... - observo como mi madr
o, ya que cuando giro para verlo, me doy cuenta de que no está
on la gran Ámbar Zabet, después de todo... si a ti no te da vergüenza salir con una mujer tan mayor y tan.
, y solo hasta ahora me doy cuenta?, dime Valentina, ¿la historia de Prieto y Demetri se re
uerido tío Demetri, tu, no tienes nada que yo pueda querer, nada que valga
me con lastima
í antes, sé que no eres así, y no comprendo porque lo hac
pero comprendo que con tu edad..
ra la b
s, ni tú, ni nadie, ¿me oyen? Si se atreven a
de por vida a que te termines matando, y
er pronostico, rio, mientras todos me ven como si realmente hubiera perdido la cordura, quizás sea así, pero no me impo