Dulce error.
ó los ojos con lentitud, dejando ver el color almendra que, para el italiano, era el más bello del mundo y por un segundo se preg
firmación de que Pedro, ni siquiera pudo verla a la cara cuando la hizo s
entre sus piernas, apoyando la punta espon
o que fue tras ella, luego su hermana Estefanía le había explicado la razón por la que no había matado a Dante, su actual esposo, aun después de todo lo que habían pasado, "Mientras él viva, yo vivo, no me importa no estar a su lado, siempre y cuando pueda así sea verlo" en esa ocasión tampoco lo había comprendido, incluso la santa de Alejandra dejo
ue así era, podría ser que ella no sintiera nada por él más que el rencor de cuando eran niños, pero necesitaba saber cuan diferente era ser tomada por
o lo que desees solo dilo y lo hare. - juro a
en ella una palabra dulce salía de sus labios, ¿Cómo podía ser posible que la adorara de tal forma? Cuando solo la había visto un par de días, mientras que Pedro... enter
ar viéndola a los ojos, sin esperar una respuesta o que ella sintiera lo mismo que él, solo lo dijo para luego besarla con pasión, pues para un Santoro, poco
vio obligada a decir, porque, aunque le guardara rencor por molestarla de
enaba al completo, su vientre bajo comenzó a tensarse, sus piernas presionaron más a Gio contra ella, mientras el italiano arremetió con más fuerza aun, tratando de marcarla de alguna forma, algo, cualquier cosa que le provocara a esa joven de ojos avellanas quedarse a su lado por siempre. - Se mi reina. - dijo y por primera vez apretó con fuerza su cintura, dejan
tratando de abrir los ojos, pero evitand
mo que la molestaba cada vez que la veía, no cuando la tomo en brazos y la arropo en la sueve cama. - Descansa hermosa. - sintió sus labios
n descansara y él pudiera cerciorarse que todo estuviera marchando como se debía, después de todo no se olvidaba por todo lo que ha
de Donato lo hizo gir
uena, más bien era la relación de conocidos, ya que Donato en más de una ocasión le recordó lo ma
elena? Pedro está a
ta, pero no a tal punto. - el Don de Chicago ya no era un adolescente, ahora era un hombre pasado los 30 años, ya no tenía que soportar desplantes de los s
porque ya me tienes harto, mira que aún no me olvido de
onato tomo del cuello a Giovanni, i
o hiciste antes, y no lo harás ahora, no vuelva
de las quintillizas Zabet fuera ciega, pero no había forma que se le escapara nada, como
ablar de lo que no sabe. - definitivamente el Don de Chicago estaba furioso, tanto que l
adre, llegando a donde Giova
est
bueno, Victoria tenía una gran paciencia, más con sus
, que era u
o de mantener la calma, debía hacerle ver a su hijo las
quién le impor
para que hables por solo tener lengua. - el it
Hades, incluso abrazaba a Baltazar... siempre... - no pudo evitar apret
. - termino por decir su m
¿Qu
stimarse? Así se sentía Dulce, ella siempre fue muy inteligente, comprendió todo, pero eso no quitaba el sentirse sola y buscar quien la quisiera, hasta que Valentina al fin regreso del infierno que era su mente, ella era muy importante para tus tíos Stefano, Mateo y Hades, aun lo sigue siendo y si ella se alejó de nosotros fue po
tenía solo 8 años, no fue ap
cuencias de tus actos. - Giovanni vio con preocupación a su madre, pues como ya lo habían dicho, sol
Victoria sintió pena por su hijo, ya lo había dicho, ella lo formo
e la pequeña niña de cinco años bailaba en su mente. - Su hígado sufrió un daño irreversible, por lo que tuvo que ser trasplantada, y su vida, ya no volvió a ser la misma, tus acciones de ni
en honor a su bisabuelo. Al llegar busco entre los viejos álbumes de fotos que su padre guardaba, un hobby que el mafioso adquirió cuando al fin consiguió una verdadera familia, le gustaba inmortalizar las reuniones familiares, busco por horas, aun a riesgo de no llegar al casamiento de su hermana, hasta que al fin encontró las fotos q
tenía Donato como mascota, cernirse sobre ella, la forma en como envolvió su cuerpo, y comenzó a asfixiarla, cuando sus huesos se rompieron, el dolor fue tal que perdió el conocimiento, luego vinieron los meses de recuper
lma llegaba acompañada de un oriental, el líder del clan daga roja salía de sus tierras solo para asistir a la boda de la santa, interesante, se dijo a ella misma, Gabriel y Baltazar estaban en una esquina y apostaría lo que fuera a que estaban discutiendo, recordó como de niña Baltazar y Gabriel siempre estaban atentos a cada cosa que ella pud
urro antes de darse la vuel
Dulce lo agradeció, su voz era tan adictiva para la joven, que s
ediato, pero aun así no giro para verlo, en su lugar quedo viendo a Horus, quien salía por la puerta principal, como un tiburón ase
ulo que solo pudiera hablarle cuando no la veía a la cara, y no lo comprendía, Pedro
llevas en el alma, primero cuidas a la hija de una loca y luego salvas a la puta que tenías de novia. - fue una
latino sobre su rostro no fue lo que llamó la atención de los presentes, sino el golpe del cuerpo de la joven al caer al piso de madera pulido, eso sí hizo
s Pedro solo podía verla con el remordimiento corriendo por su rostro, de la misma forma que caían sus lágrimas. Bajo cualquier pronostico Dulce comenzó a reír a carc
ue había hecho, sino porque nunca lo habían visto llorar, ni siquiera c
por supuesto que la querían, no la habían olvidado, solo era el hecho que estos jóvenes habían entrenado para ser los mejores asesinos, y hacía poco tiempo que habían esparcido muerte por casi todo el mundo, buscando venganza para su sant
r abrazarla, pero Gabriel quien también sentía una estima muy grande por la joven, había sacado su látigo, ese mismo que era s
erte, el grito de Macarena al ver el enfrentamiento de Pedro y Gabriel hizo desistir a la que era conocida como el Ángel de la miserico
dignado y mucho menos molesto por ver el labio roto de la joven, sino todo lo contrario, sonre
hora si me disculpas, debo ir al aeropuerto. - quiso i
que arruines mi auto.
? Creí que
o ¿crees que cualquier persona puede t
ulce ingreso al lado del acompañante y Horus bufo, odiaba a las niñas consentid
pero piso el acelerador, podría no gustarle como pare
chos papis. - rebatió con voz
papis" que se imaginaban, pero no pensaba corregirlo, claro que no,
la pierna del mayor, quien sintió el calor
nterró aún más en su pecho y solo había una forma de hacer que pare, Dulce descubrió que cuando est
tió, como si realmente hu
tirlo, pero también había muchas más pa