Todas las cosas que aprendí contigo
ú, R
i
nando así de "orgullo" a mis padres, quienes han organizado una fiesta con algunos de sus amigos y socios en uno de los salones d
o, a puertas cerradas salta a relucir la realidad, una completamente diferente de la qu
amante de la excelencia y disciplina y, me somete a cumplir con lo que m
ro a mis diecisiete años he comprendido que a ella le importa más un par de zapatos costosos, que yo. Mi p
mi, Andrei es el tipo de padre que vive metido en su oficina, pie
intiéndome aburrida en este lugar rodeada por personas que sol
ravés del sa
ngo la suerte de tenerla, es la única chica de
ña en las manos, todos vestidos elegantemente, portando relojes y joyas costosas, mostrando su lado más superficial a lo
tienen dos hijos, uno llamado Dimitri de veintiocho años ya casado y otro de veinticinco años llamado E
gusto del destino se tratase, Erich salió a mi paso, colocándose f
Lini
toy ocupada
olo quería saludarte... Por cier
s todo, debo seguir mi
s enojada y con prisa? Relájate u
Ah ya sé, no me respondas... Es por que lo eres
fiendes muy bien... Buenas noticias para
so, así como eres tú m
tán hablando con los míos, ¿ya viste como nos miran? A
estupideces, me metería a monj
o veremos
o escucharlo hablar me da dolor de cabeza. Por suerte para mi, su hermano se
as cosas solo a él, aquella distracción me sirvió para reti
aquí solo para quedar bien con mis padres, todo
s, cuando sentí como alguien me tomaba del
alégrate
es tú, pensé que sería nuev
me porque sino ahorita voy y lo pongo en su lugar! ¡Que me agarre
abes que no me dejo decir estupideces d
adres quisieron pasar primero a casa d
barazada es tu
los síntomas y aspecto de
aderamente auténtica entre tanta gente falsa... Luego de reírnos un poco por l
visto antes, se habían perdido de mi vista. No le tomé importa
ero, pude ver a mis padres en la terraza cerca a la piscina, mi madre y la señora Che
an ha
a muy inusual que mis padres entablaran conversac
al mismo tiempo, fue entonces que nos escabullimos hasta
puertas para negocios más lucrativos, una ve
egura que su hija querrá
qué está
rostros, un escalofrío empezó a dispersarse por toda mi p
preocupen por eso. Una vez que ella cumpla los dieciocho años
no me di cuenta cuando algunas lágrimas brotaron p
có de allí sin que nadie se diera cuenta. Entramos nuevamente
gamos hasta m