Mi destino lleva tu nombre
se iba de copas a cantar en un karaoke canciones odiosas de desamor, o de pertenecer a un grupo de amigas que se dedicaba
bra, los vellos de todo el cuerpo se me erizaban, haciéndome incluso tartamudear. A pesar de siempre haber añorado en formar mi propia familia y saber que Pali serí
olo me trajo pesares y una profunda tristeza. Si bien seguimos teniendo una buena relación de amigos, tan
nuestro era solo una fase de los siete años o que la situación no daba para más. Ninguno de los dos pudo obtener sanos resultados. Por mi lado me involucré en una rel
os queriendo. Cualquiera que lo viera desde afuera podría pensar que llevábamos una relación poco sana, tóxica,
i bajos, las cosas entre nosotros no volvieron a ser la
e amigos, de hermanos. De esos que no se busca mediante un abrazo o un toque erótico que lleve a la cama o provoque
ándonos los pasos propios de cualquier joven que solo debía dedicarse a estudiar, trabajar como disfrutar y
de trabajo y de conocer a personas tan diversas, me había fabricado una clase de escudo protector, lo que a veces result
mis cavilaciones, recib
ritó por el celular-.
esté con un gran
amando desde hace
ecé nuevamente
ró-, pero si no
este teléfono
iendo todavía? ¡Si
nas-. Sí, es que me
ver
ya más consciente-, pero
do tú vengas -declaró contenta-. Ya sabes que
empre es tan
os días para
nada-. Tengo muchas ganas de via
mó-. Ya el Luquitas me está
-comenté mientr
comien
laro q
e cuidas
ago,
e ahora co
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. Atenta al celu, hija.
ejar cargando.
ro mucho
a ti,
pues Fede era mi compañía y me había hecho el ánimo, pues no podía ser todo tan malo: la compañía de Romi y de Carlota, mis me
ena, a pesar de caer en momentos de nostalgia, pero era el momento de aprender a estar conm
y daba vueltas a mí alrededor. Participaba, además, en grupos de literatura, comenzando a escribir mi primer libro, por lo que mi men
que, seguiría el consejo de mis amigos: abrirme al mundo y dedicarm