Enemigo íntimo
a alrededor, todo está oscuro, ella se cuenta que está en una peq
nde e
a sus piernas, que están atadas y sus
é es
a dese
onde
ordar lo que
mino al trabajo, llam
e pausa, sin
.. La señora que est
se y empieza a
era un
on la que tiene atadas sus manos,
confiar en esa vieja! Ahora todo tiene sentido. Me par
puerta. Natasha se c
tás des
un plato de comida, sea lo que se
s? ¿Por qué
carcajada. Natasha siente mucha i
reciosa, sólo eres un encarg
se sor
Enc
a y coloca un sill
hermoso
ro, Natasha se mueve para evitar su toque, pero es en vano, él sólo
me to
decir ent
la posición de
su mano a su cuello, bajando poco a poco a su pecho, él se d
o las rubias. Me
va por mal camino. Él mantiene su mano en su pecho, da
e que no
e él saca una pistola
o estás posición de
staba en una hitación oscura, siendo tocada en contra su voluntad por un matón psicóp
ro tocar te t
lla. Él se calla, pone el plato en el suelo, se levanta y lo
a a darte un p
res
, todos nuestros encargos son políticos pasados de pe
e re
poco ¿Está mal? Además,
te lo dicho y lo mira,
el arma
puerta, apuntándolo con una pistola, hay o
lo le estoy dan
ha baja cabeza, su rostro ésta
n encargo, no una prostituta
mbres detrás del
que baje
fijamente, pero no logra descifrar su rostro. Todos están sin capucha, él es el ún
no se enojen, sólo querí
a y voltea a m
ciosa? No te hic
nas de escupirle en
mida y unas cervezas, nos estamos
o, cuiden a ésta
hacia la puerta. El encapuchado lo toma por un bra
esobedecer mis ó
apuchado lo suelta de repente. Natasha sólo
reces por
sus ojos, sea cual sea el motivo, él no admira mucho a su jefe. Damon no dice nada y sale de la habitación con su pistola
avor, d
ica entre
te, no tengo empresas, propiedades c
áll
alla, siente como si su mirada
por nada de es
rmanece en
da feliz con tu esposo, piensan en tener un hijo. L
se apoya junto a la pare
patética. ¡Es mi vida
y piernas tratando de que la
un asco Nat
a mira, luego mira a
ué h
a con miedo
dispare! ¡Ésto de
el arma
ror d
le hace daño a nadie. Por favor, suélteme y déjeme ir, se
uerte ante
no estás
asimila s
¿Q
no te quiere viva. ¿Crees que somos personas
No! ¡No pued
ado, todo lo que había soñado se reducía a nada ahora. Nunca pensó que alg
epta tu destino d
de desatarse. El homb
Qui
eza baja ya sin fuerzas
quiere ve
a mirando la farola que
igual abandonarás é
o y rabia en sus ojos, él lo n
quiere ve
esp
ue sus palabras
argo fué tu esposo.