Cruel millonario
n las adivinanzas -dijo
pon
una feria a la ciuda
eguía dos entradas podría invitarlo a Eliseo. Por l
que di, un paso a paso en forma lenta. Al llega
a en la ciudad, quería saber
pero ya me
á bien, pá
inando en dirección opuesta. Lo miré triste,
gará era el día en que
ces que
i lado, con la sonrisa de or
al
día de tu vid
o cual siempre se toma el mismo colectivo que yo. Puse los ojos en blanco, ignorando su pres
se libro?¿ac
ación. Es el destino -exclam
me gusta... ¿en
ue te lea? -quiso saber, en un moment
ndrá callado?
i.
ue
empiez
mos dos horas de clase. Entrabamos a las sei
eptor recorrer cada taller. Llegué algo cur
lgo? -pregunté, ace
spero que sea corto o m
remos que hacer fil
o hablar -respondió
Cam éramos unas máquinas de habl
ras iniciaba el discurso, sentí una mirada punzante en mi cuello. Al
estaba detrás de mi, me encoji de hombros en forma
ra parada -mur
u voz en una parte me había agradado. Por es
ería seguir
a y vuela;bastante peculiar. No sabía en qué mome
on su cabello que le caia hasta sus ojos, pero para mí siempre tenía algo diferente. Mientras estaba sumida mi p
Ma