La esposa del Jeque.
r, estaba seguro que cada uno de los empleados ya estaba al tanto de lo que sucedía, el futuro jeque de la tribu Khattab, se casaría con la hija de un campesino, que lo más probable sea qu
una sonrisa conciliadora, pero so
, tú te desposas con esa campesina y prepara mi entierro. - Farid se sintió dolido con aquello, pero tam
n parta de este mundo. - Zayane sintió un dolor tan grande en su pecho, que por
as, mejor ve, sal a pens
de viaje en automóvil sin descanso para ir a un lado, y cuatro días para ir al contrario, ellos manejaban uno de los pueblos más grandes, Farid sabia la gran responsabil
os, fue en ese momento que reparo en que Leila le tendría que entregar un presente a él, el día del compromiso, esa era la tradición, él debía llevarle rosas a la novia y las alianzas de or
anzas, necesito un reloj de o
toda la vida, él ataría a una joven de 16 años a su lado, suspiro con culpabilidad, tomo las cosas y salió, el viaje había sido largo y agotador, ya casi era la hora que había pactado con Leila, dejo todo en su camioneta y solo bajo con la caja del reloj, mientras esperaba a su futura esposa, se planteaba si eso era realmente lo corre
un hombre que jamás la tocaría? No, ninguna mujer desperdiciaría de esa manera su juventud, su vida, su felicidad, seguro que había conseguido que sus padres desistiera
forma a Leila no le aseguró que no le queden marcas. - la empleada hablaba en susurros co
cabeza de Farid como si lo hubieran grita
tara? - pregunto al tiempo que gi
i hija y nuestra vecina. - expl
de preocupación, pero las mujeres so
portancia que pasa por este lugar?
lo supo. - Farid miro a la joven con la confusión grabada en el rostro,
a al piso de piedras, si el señor Farid supiera lo que se dec
s dicen que el hombre estaba sobre ella en el suelo. - Farid abrió los ojos con sorpresa, alguien los había visto, pero habían mal interpretado todo. - Pero le juro señor Farid que
pero claro, la gente dañina no espera a ver todo para que sus ojos entiendan, prefieren salir corriendo y que sus lenguas venenosas esparzan mentiras po
ó? - la voz de la hija de Antara
mujeres con la boca abierta, pero el corazón tranquilo, por lo menos el
a de los Assad, la cual estaba cubierta por las altas paredes de rocas y una gran puerta pintada de azul como la mayoría de las casas, aun con
on asombro al tiempo q
po de la mujer convulsiono al tratar de contener el llanto que pugnaba por salir, lo único que pensaba Misha e
obligado a su esposa a comprar aquel lugar con su dote, algo que no era bien visto, ya que la dote que se le da a la novia el día que parte de su hogar es solo para ella, para que tenga un respaldo si en algún momento de la vida llega a q
Jamil no se hizo esperar, Farid podía ver que el hombre que tendría
ita. - escucho la voz de Said, que
ndo los dientes, algo que el homb
- la mirada fría de Farid lo silencio, mientras Mis
a dejando ver la desesperación que sentía, y es que, para esta madre, por más que la tradición reclamaran la vida de
cayó sobre ella. - Farid sonó tranquilo mientras le daba una mirada dulce a esa mujer que reflejaba tan bien el dolor de muchas d
eía contento con lo que
repitió con
el hermano mayor de Leila, se supone que debía cuidarla y protegerl
piensa muy bien lo que dirás. - la voz de
allí donde la vi en el acantilado norte, con su amante, ellos pensaban suicidarse como enamorados, pero solo basto que Leila se entregara como
a nadie, ninguno de los dos se iba a suicidar, solo estaban hablando y él s
deas de su padre? - dijo Said con los puños apretados al ver a su hijo a
a a casar, pero no con Mashal, Leila será mi esposa, de eso estábamos hablando, le pedí que les informara que vendría mañana jueves como manda la tradición por su man
aid, aún más furioso con su hija por no decirle que tenia de pretendien
yer fue que pudimos hablar, nuestro amor nos guio al mismo lugar, ahora tú y Jamil, le explicaran a la tribu que tan pura y buena es mi futura esposa, porque si estas habl
ecido a su padre, y de haber espa
sado desde hacía años en su hija, era un maldito degenerado, si no fuero por la ley que el jeque Marwan puso en vigencia, hubiera casado a Leila cuando tenía 10 años, ahora el mercader había b
d no se olvidaba del porqué
dijo Said, y Farid vio la cara d
iedad por ti? - Farid tenía fama de ser bueno y generoso como su padre Marwan, eran la primera vez que amenazaba a alguie
la derecha. - dijo Said y bajo la c
ando Jamil lo vio con reproche, pero ya luego se ocuparía de ellos, en ese momento ya no tenía fuerzas para fingir tranquilidad, Farid corrió hasta la habitación señalada, y sus ojos
La joven apenas pudo abrir sus ojos, el dolor n
ita. - dijo con una sonrisa, ella sonreía
este? - respondió en un lamento mientras se acercaba
adie volverá a golpearme. - dijo en un suspiro mientras sus ojos se cerraban sin poder evitarlo, el d
rás a mi lado Leila, y tu voz tendrá
arid prometió convertirse en el hermano que ella merecía tener; Misha estaba en la puerta, su alma podría descansar tranquila ahora, al fin estaba lista para irse de este mundo,
con vergüenza, ambos eran unos cobardes que no qu
sto. - Farid saco de su saco la caja
efe? - preguntó
te y lo compraste con eso, y esto es para que compres medicina y un vestido que cubra sus heridas, hablare con Nelya, le diré que irán por todo lo necesario
avor, madre. - en el momento que el futuro jeque dijo aquella palabra, Misha comprendió que Farid ya daba por seguro la boda, lo que si
como tu
la cuidare con mi vida, Leila jamás llorará de tristeza a mi lado, le daré
do que el día que vengan por su hija, ella debía guardar si
fin partió a la casa de Leila, la tradición exigía que fuera acompañado por la persona más vieja y también la más joven de su familia, por lo que iba con su madre y s
ado, ¡como si alguien se atrevería a rechazar a un futuro jeque! lo que Marwan no sabía era que el joven temía que Said le dijera que había visitado la casa e
da, pero feliz. Luego de las presentaciones de rigor, llego la hora
e, su hija estaba bajo los efectos de calmantes, p
tar un paso más lejos de su p
efe Farid? - Leila apun
as habían enseñado, tampoco tenía familiares que quisieran su presencia cuando se l
en su rostro y debe beberlo todo, eso demuestra el alcance de su amor por la novia y el deseo que tendrá de sobre ponerse a c
Líela no se daba cuenta, era que Farid hacía aquello solo por estar viendo su rostro, estaba roja como un tomate y sus ojos color caramelo trasmitían la dulzura que al café le faltaba, una pequeña carcajada salió de los labios de Farid al tiempo que agradecía tan delicioso café, dejando de esta manera satisfecho a los presentes, al fin llego el momento en el que el compromiso fue ace