Nuestro Destino.
a legitima Suki, había fallecido, aun recordaba el golpe que dio a esa puerta de madera maciza y pesada, ahora un poco desgasta
l líder del tigre blanco solo lo vio con seriedad, aun guardaba un sabor amargo en su boca de aq
de tantos años. - se limitó a responder, quien aún po
vez, el destino está escrito, nada pasa por casualidad. - Sug- Zhao apretó los dientes, contenie
pues había jurado que nunca regresaría a aquel lugar y el monje le advirtió que no hici
ber el nuevo destin
la mesa había un círculo con diferentes escritos, tan antiguos que incluso Sug-Zhao desconocía su significado, no habían silla, ya que la mesa era baja y solo se podía llegar a ella sentándose en el piso, sobre un cómodo almohadón, y así lo hizo, uno de los hombres más temidos d
rtando en él su oscuridad... esto no es bueno viejo amigo, tu hijo no sabe manejar el rechazo, quiere eclipsar ese hermoso sol, sin saber que lo custodia la misma oscuridad, Ángeles caídos del cielo, pero también demonios surgidos
an furioso como lo hizo Sug-Zhao 15 años atrás, con la diferencia que este monje sabía que el viejo Ming, ya no regresaría jamás, pues también había v
ual, este monasterio al menos tendría muebles nuevos. - d
los ciudadanos y lo sabes, las cosas que aquí habita
surcos que los años habían dejado sobre la madera oscura de aquell
go del Fénix, Nuriel no pudo acabar con ella, nadie puede. - Sug-Zhao solo respiro profundo, los mitos y leyenda
sea, solo q
una especia de poder o don que para el mafioso eran incomprensible. - Ikigaí, tú que representas el camino que cada ser reali
uella insignificante mesa, o mejor dicho de los garabatos que esta poseía, comenzó a brotar ag
más que a la muerte, el poder de la venganza emergerá en un rugido tan grande, que no solo China lo escuchara... el tigre blanco sufrirá, y el verde...ese verde jade lo guiara, será su faro, su ancla... - el anciano abrió sus ojos de repente, ocasionando que Sug-Zhao diera un pequeño brinco, ya que se había perdido en cada palabra que el moje decía. - El día se acerca, te lo advertí hace 15 años y hoy te lo repito, la flor de cerezo que tanto adoras te traicionara. - Sug-Zhao dio un golpe en la mesa de pura furia y frustración, y el agua
u esposo, pero en esta ocasión, como hace 15 años atrás, Sug-Zhao esquivo a su ex concubina y ahora esposa y se
e, sus ojos estaban casi cerrados de lo hinchado que estaban porque en la madrugada había recibido la visita de unos hombres a
Jade solo continúo curando sus heridas. - Deberías hac
la joven, pero Javier le detuvo la mano,
lvidaras de mí, eras mi mejor amiga, mi única amiga y arruine todo, si Isaías estuviera vivo, me mataría, vete, escapa porque si estás aquí cuando Wang venga por mi vida, también tomara la tu
a los amigos, no te dejare ricit
el joven se preguntaba a quien había heredado esa fuerza de voluntad que poseía Jade, seguro que a Magnolia no
reguntaba ¿Cómo haría para hablar con alguien como él? Y la respuesta le llego en forma de murmullo, al pasar cerc
a, pero parece que su primo ya descubrió que su i
creer que Derek Bach se enam
enamorarse de la mujer de su primo no sonaba l
apresurado, por casualidad, había llegado hasta el último piso del edificio sin ser vista, pero
el señor Derek Bach, e
stodio la recorría de pies a cabeza y se maldijo por no tomarse un tiempo para arreglarse un p
omún y corriente, por lo que, si la joven era ordinaria, y no alguien adinerado, era lógic
íga
ro así era, no se sentía intimidada por el lujo de aquel edificio, ni porque pronto estaría frente a su supuesto padre, que por cierto era
quí, la anunciar
, Jade
ionaria su supuesto padre. En pocos segundo se vio siendo arrastrada por el custodio,
e se vio sorprendida por un hombre de unos cuarenta y pocos años, que la tomo de los bra
añado tanto al guardia como por haber ilusionado a
iendo detenidamente el rostro de la joven, no le fue difícil recordarla, había soñado con ella y aun se preguntaba por qué, no sentía atracción al verla, era otra cosa. - ¿Me estas siguien
do, Jade solo recordaba de aquel día, la muerte de Isaías y nada más. - Soy su hija. - Derek levanto una ceja, viéndola aun con más dureza que antes, era sabido por t
antes que te e
era claro y Derek se tomó unos segundos para verla bien, sus ojos parecían dos Jades que brillaban con suplica, su tez era blanca, crema, para ser más precisos, sus labios eran carnosos, podía ver cierto parecido entr
ás de una ocasión. - Pero nos parecemos un poco. - continuo al ver el rostro triste de la rubia, de pronto esa joven se le hacía interesante, había
mplicarla de ninguna manera, yo ya tengo padre, el que me crio, solo queria saber si puede... prestarme dinero. - estaba tan aturdida con todo lo que pasaba e
e. - rebatió molesto al tiempo que caminaba a
ría y él me ayuda
y tu careces de eso. - Jade sintió su sangre hervir en un segundo, podría no ser una Bach, podría ser que su madre le mintiera o que simplemente su verdadero padre era un idiota, fuera lo que fuera, nunca se dejó humillar por nadie, bueno, si lo hizo p
pido como usted no puede ser mi padre. - la mano de Derek se levantó por si sola y solo se detuvo cuando abofeteo la mejilla de Jade, el golpe
una mujer, le hubiera gustado justificar su accionar al estrés que cargaba por el intento de secuestro de Rosita o a la ausencia de noticias de esta luego de que
ch señor Derek, pero créame cuando le digo que esta hum
sancio, pero sobre todo el rechazo, si Magnolia tenía razón, y ese era su padre, estaba claro que no la
rgüenza de los ojos de Loan era muy difícil, en especial porque su hermano mayo
oficina del mayor, quien lo vio con pr
o, un engaño que lo beneficiaria, pues Park sabía que si Wang asumía como jefe de la organización no solo acabaría con él, Loan t
... es nue
milia, quizás el hecho de ver morir a su madre tenía mucho que ver, pero esa
a desesperación que se reflejaba en sus ojos por el pedido de su padre, Loan
resaremos y veras por ti mi
e lo único que hacía además de dar órdenes a todos de como dirigir la empresa en su ausencia, también se
levanto su cabeza y le dio una pequeña sonrisa, era lo mínimo que podía hacer.
terrogó el mayor como si su
silencio, como si en lugar de ver a una mujer desm
millón. - informo el mayor dejando ver su sonrisa más sád
asa y ya escogió concubina. -
todo de esa joven, como se llama, donde vive, quien es su familia y sobre todo como llego a
mejor que pueda,
esera, y pienso regresarle el favor, la salvare de Wang,
jamás lo había visto de esa forma, se veía peligroso, aún má