Contrato de amor: Un juego de seducción
HOPE STEVEN *
rédula, a la mujer dentro de la pileta del parque.
-le pregunto al tomar una de sus manos, la cual acepta sin resistencia alguna (lo cual me sorprende, ya que cualquier mujer
mente al ponerse d
mpieza a sacudir sus manos hacia sus costados como
hace caso; solo se dedica a mirarse completa y,
me digo al tiempo en que espero
as sigo esperando, pero nada, la mujer no
a mirándome atentame
e al tiempo en que toma una mano de la d
na, Steven!», me r
-trato de ha
r al dirigirse al homb
go más? -le pregunta él al
iata al seguir viendo a la mujer,
tanto de la mujer como la del hombre
-completo al
estoy bien -menciona demasiado serena; y aquello me extrañ
eñorita -habla el hom
casa así -intervengo yo al tiempo en q
sario; no s
umpirla-. Tengo mi auto esta
que se ríe ligeramente)-. Lo siento -interviene, nuevamente la mujer al mostrarse apenada (y eso me parece muy extrañ
testo algo desconcertado p
es -suspira-. M
-le digo-. Yo voy a llev
puede ser en tu auto -me señala serio-. ¿Acaso no te das cuenta que la se
a-, pero, en serio,
-le propongo, pero a ella
mi casa; no se preocupe
ara que se cambie -le pido-. Es lo mínimo
que asiente con su cabeza-. Pero solo
o a esa idea
istraída -me explica-, así que, en parte, también es mi culpa -sentencia al
bre-, entonces yo me retiro, señorita
gentil; y el hombre siente como parte de
ra-, entonces vamos
stá allá -me seña
spués disponernos a caminar hacia la tiend
nar mi celular. Decido sacar aquel de mi bolsillo, ya que quería saber quién era, puesto que, tal vez,
rla correr después de decirme ello, me demostró que no estaba bromeando. Y bueno, ahora, como consecuencia de
ndo -oigo la voz de la
o al tiempo en que revi
lencio y después,
bajo y, muy seguramente, de ell
mujer al mirarme
spondo al ha
te que hacer, no se pre
ajante al seguir observándola-.
e -precisa al interrumpirme-. Pero si rea
acompañaré a comprar su ropa y luego
rio -responde ella
o firme al encogerme, l
po en que exhala suavemente-.
el acto al fijar mi mirada en ella;
lo que articu
cogió un polo básico, un jogger muy parecido al que estaba usando, así como un par de
todo porque ella solo dijo que el compromiso se rompía sin explicación alguna demás. Voy a mi agenda del celular
unos segundos timbrando hasta que se hace oír la contestadora
me llevo una gran sorpresa cuando mi móv
al tiempo en que decido no ins
osa; pensé que nuestra relación iba b
interviene mi subconsciente al tie
inmediato, me giro de nuevo hacia caja para así, encontrarme con la ima
e al ir hacia ella y tomar, ligera
-le recuerdo; y ella s
neces
do al mirarla fijamente; y ella
ene se momento, decido dejar de sujetar su brazo
na de mis tarjetas y entregársela a la señorita de caja-. Cóbrese de aquí la mitad -le
pago, la mujer y yo dec
mpezar a caminar hacia un mostrador l
s? -le pregunto; y ella son
levaré este -sentencia sonriente al seguir mirando el accesorio para despué
su cabello (razón por la cual aquel no llegó a mojarse mucho o casi nada). Me quedo observando, de forma atenta, cóm
o caía aquel y luego, por instinto, me concen
nquila, serena, relajada y, en cuanto a su f
que conozco», menciono en mi
levar una de sus manos a su turbante y suspirar-... boni
sin siquiera pensarlo; y a
egunto al verla
y, luego de ello, s