Casados e Indiferentes
no están en el departamento, llamare a Caleb para saber dónde andan, mientra
iendo como siempre «espero que sostengas tú palabra y nos hagas quedar mal a las mujeres»
ntaba ponerse de pie, tropezando con una mesa, se ha golpeado la cabeza y esta inconsciente del golpe. Ya lo han revisado y se encuentra bien «si eso es encontrarse bien, no qui
ganaba en los mejores circuitos. Debo de ir por él, dime ¿Dónde está? No puedo quedarme es
andar en la Ciudad de México. Será mejor que prepares un buen café «súper cargado por favor, si no sabes como le digo a mi h
tener noticias de ninguno, se dedicó a recorrer el departamento, cada paso era como adentrarse en la vida de Alberto, dándose cuenta que no se conocían en absol
na foto de ella con un marco en forma de corazón color rosa « ¡hay que romántico!
miraba a su familia, abajo tenia anotado la fecha en la que fue toma. Por más que hizo memoria, se dio
es de que terminara de verlas, las lágrimas ya resbalaban por sus mejillas, al ver
sente «Huy esto se está poniendo bueno». Se detuvo cuando escucho el ruido de la puerta abrirse, saliendo del cuarto para caminar hasta ella pensan
a donde estaban para encontrarse con un Caleb con la camisa toda desfajada y alg
e que come piedras, nunca pensé que pesara tanto. Vamos a ponerle en el sofá en lo que ll
le encargo la señorita mesera, que dicho sea
mija? tas viendo que el muchacho no se puede ni sostener solo y preguntas eso» -cu
e no revolver. A estas alturas no creo que su hígado le funcione muy bien que digamos, pero a
ue encargaste, no debe tardar en llegar, según él todo está muy cerca -dijo Dan
, pero temblaba como una matraca en pleno uso. La primera taza
s espaldas «apúrate muchacho que el paciente se muere, después averiguas el chisme completo» -mencionab
todo desparramado. -Cada día se pone peor, hoy me costó mucho trabajo sacarlo de aquel lugar. Si no es por el golpe todavía
iste? -gri
uso conquistar a unas chicas que se encontraban en el bar. Te p
aba pasando en la vida de Alberto actualmente. Ella debía entender que las cosas no serían nada fácil par
e lo agradezco, Alberto es muy afortunado de tenerlos a todos ustedes -dijo Da
, ni yo, esta mujer ya me está empe
s, pensaron que Daniela hiciera eso con un integrante del Club de Toby. Tanto Bruce como C
speraba una larga jornada para que él se despertara. Ella se quedó para cuidarlo, los chicos se fu
e nosotras somo
explotar -soltó Alberto mientras se colocaba l
tomar, si no del chingadazo que
o que no te metas a mi cuarto? te voy a patear nada más que te vea, debes reg
s en estos momentos, después iremos a desayunar para que puedes recobrar fuerzas -dijo Daniela mientras se acerc
, ¿Qué madre le pusiste al café en la madrugada? Juro por el osito bimbo y todo
desaparecer la alucinación que según
i cariño ¡Mírame!, está vez no me iré de tu lado, a menos que tú así lo quieras -decía Daniela, mi
rreglar las cosas con él, para regresar a casa
mejor que te vayas, no tienes nada que hacer aquí, vamos vete, vete
lado, así que puedes hacer o decir lo que quieres que no me iré. Vine a pasar el día contigo cariño y escuchar
Alberto enfadado porque
ma estas pastillas y el jugo que
s pastillas que le estaba dando como niño muy obediente, para
a pelear de nuevo y apen
r, siendo esa su primera batalla de q
perdió la cuenta, digamos q
de esa mala mujer que lo volvía loco en todos los sentidos, ahora
o Alberto saliendo de su cuarto para hablar con su amigo, quedando sorpre
do el príncipe
igas que tú... -pregunto Alberto. Por lo v
acá que te doy un abrazo, me has hecho mucha falta, el Club de Toby no es lo mismo, si
s amigos. Estaba demostrando que había madurado en este tiempo, la miraba demacrada y más delgada, acaso ella también la estaba p
u mano delante de sus amigos, lo llamaba "cariño" "amor" "bebe" « que empalagosa resu