EL PLACER DE LA VENGANZA.
ificultad, pero en el que podía divertirse, salir, era menos presión, ahora la universidad, múltiples profesores, múltiples materias, más
su cuaderno, estudiando conc
gimió Cristina
aluación, en vez de rogar por irnos, deberías preocup
s, estás loca si piensas que puedo memorizar algo en tan
i estudié y no me ausentaré de clases, y estoy repasando mis notas, así que por favor. . . Déjam
le dijo- pensé que te
egativa en mis estudios. Quiero ser una profesional, quiero prepararme C
mente satisfecha de las respuestas en su exámen, la que no parecía na
poco difícil
no puedo darme el lujo de perder está mate
as par
clases de Italiano hoy, as
a repasar la actividad de hoy. Cuídense much
cogerla para ir a su casa. Ella estaba sumamente nerviosa, era el día en el que conocería a la familia de su novio, y de acuerdo, no sabía cómo reaccionarian, solo esperaba que
rar pacientemente y en menos de cinco minutos, él se acercaba en s
lla se acercó feliz a él y
or. ¿Cómo es
volvió a besarla y le tendi
confesar que me preocupa el hec
u mejilla - no existe nadie en el mundo a quien no puedas agradarle. No h
go subió a la motocicleta, abrazándose a él pa
a una hermosa casa; grande, ámplia, se siente todo muy agradable, aunque ella no puede apreciar mucho la sensación ya que los nervios se apoderan cada vez más, de su ser. Desciende de la motocicleta y se quita el casco, sus inquietos ojos observan como él
todo estará bi
nzó a sacudir polvo invisible de su sus pantalones ajustados, aju
no, entrelazando sus dedos para darle confianza, nada más cruzar el umbral de la puerta, apareció una mujer mayor
o y los besos en sus dos mejillas, inmediatamente un calor agradable la cubrió y cerró los ojos disfrutando del momento que le
afortunada soy yo- le d
él, y más le vale comportarse como es debido. Soy Liliana,
enteramente m
ría- le dio un tier
tenía la mesa frente a ella, abarrotada de pastel, pane
n largo y rebelde cabello oscuro encrespado, que le llegaba más allá de la cintura, piel blanca como porcelana, mejillas sonrojadas, una pequeña nariz, boca pequeñ
galó una hermosa sonrisa a la niña intentando trasmitirle tranquilidad- Está
s niños, siempre despertaban esa parte maternal y protectora en ella. Solían decir que a pesar de su corta edad, ella t
una niña muy bonita- le dijo mirándola fijam
novia del tío?- preguntó mirándola, luego mi
¿Puedo deci
, tía?- preguntó co
si quieres, y si no puedes llamarme
y puedes decirme, Cariño- d
de ternura. La pequeña niña, no respond
mi amor - dijo Mateo- no
pañándolo con un vaso con leche. Le contó que tenía ocho años, lamentablemente su
xa?- le preguntó acarici
apá.- dijo encogi
. Emely, vió aparecer a un hombre mayor que Mateo, sin duda eran familiar
po, lleno de pronunciadas ondas, oscuro, de estatura promedio, no era un hombre delgado, pero tampoco pa
y blanca como la de Liliana, delgado y alto, de
e llegas- la madre se po
rdes- dice
respondo con una
a de las piernas con fuerza. Él la levanta y revuelve su cabello
orque te traje chocolates- saca
lo guardaré, estaba merendando con la abuela, el tío y
conocerte,
mío, soy Emel
entre Luciana y Liliana, luego miró nuevamente a Emely, quién le sonrió de regreso como un gesto dulce y se sor