El amor al azar
al azar, sólo para conocerse, sin detalles sobrenaturales, para evitar entrar en terreno prohibido, no sólo para Vicente, sino también para s
, simplemente hablando tonterías y riendo. Era casi como volver a ser alguien normal, aunque en realidad nunca lo hubier
Había un resplandor que demostraba que Sophia estaba viva y hacía algo más que existir, y él la encontraba demasi
dos, pero era todo lo contrario. Vincent había visto miradas masculinas siguiéndola a
nos para algo. - dijo Sofía, después de que Vicente le contara
. Era bueno poder ser sincero con alguien que no lo inter
la humana, sonriendo al
s hacer lo que quieras, sin miedo a tener los ojos de los chupasangres enci
s problemas que tenían los vampiros para sobrevivir, hacién
jo ella, sintiéndose lo suficientemente cómod
toy
mente, pareciendo v
stás,
apretándo
, puedo ofrecerte alg
ía que no se trataba de una b
aún sonriendo, hasta que realmente
se dejó llevar por el momento. Sophia vio venir el beso, pero después de aquellos buenos momentos y del deseo que sentí
de ella hacia él. Suspirando, Sofía se dejó llevar también y pronto estuvo en el regazo del lobo, devolvién
pararon, amb
nriendo al ver que sus hermosos ojos grises la
nt, antes de que Sophia rompiera la pequeña dis
.
Vincent repartía besos por todo su cuello, con
él le mordisqueaba el cuello, excitándolo y ansiand
jo Vicente, sintiéndola a
prisa, como si ambos tuvieran todo el tiempo del mundo. Lo que más le importaba era
.. ¡V
se bajó de su regazo, rién
o para demostrar que sólo estaba bromeando, aunque ambos sabían que si Sophia
, recordando los besos
Tú
a a la m
juntos y sonrie
dándole un último beso antes d
r. Estaba avanzando de verdad, con un chico que, a pesar de ser un cambiaformas, tení
ta habitación, sintiendo calor en su interior al recordar sus momentos juntos. Sólo deseaba que todo sig
nt tendría que compartirla con los demás y temía lo que pudiera pasar, sobre todo con Lucas cerca,
aquel volvió entonces con todo y, aunque no lo
ron mientras dejaban escapar lágrimas obstinadas y, mientras se tiraban en la cama, se lamentaban de todo
erta humana y cierto cambiaformas. Tal vez