ESPOSA SUPLENTE DEL CEO
ba el aparato, le producía una extraña sensación de angustia y desasosiego, sabía lo que se avecinaba, y aquello lo asfixiaba,
ir una llamada tuya.- l
e Alexander, de no ser por que
amos hace dos días-di
stoy enferma y podr
vor, no puedes abandonarme, sabes que te necesit
ndonos de cerca, dándonos una leve ventaja para que lleguemos a pensar que vamos ganándole, pero no es cierto
imiedad, madre.- le dijo c
de que vendrás pronto y por supuesto que
bien, será mi
o que has encontrado una buena mujer, y que Regina tendrá
una boda civil íntima, y estando allá con ustedes, organi
aqui?, digo con tu hija
con ella, lo más adecuado es llevarla y presenta
e importa es que te cases y p
hay fecha para que Reg
e te espero para entonces,
e, la semana próxima estaré alla con
ue disfrutó de su matrimonio, los dos mejores años de su vida, llenos de alegría y felicidad, cuándo Iliana le anunció el embarazó, no había podido estar más feliz, el fruto del enorme amor que compartían, nunca llegó a imaginar que al tener a Regina, perdería a Iliana, la tragedia lo había golpeado; un parto complicado que terminó entregándole al nuevo amor de su vida, pero arrebatándole a la única mujer que hab
o, y había costado un pequeña fortuna, nada que su adorada Adara no mereciera, de hecho, ella merecía todo, todo lo mejor del mundo. Aquella tarde la llevaría a un paseo, luego una romántica cena, una propuesta de matrimonio y terminar la noch
ro uno del país, ella... una exquisita modelo, jóven, hermosa, dotada de una gracia única, unos delicados movimientos, una sutíl elegancia, perteneciente a una importante familia. Al principio, ambos se vieron como la posible diversión del momento, no tardaron en fundirse en la alocada pasión, poco d
ía sido presentada ni a la madre, ni a la hija de Alexander, por motivos de trabajo, con la presencia de Regina, ella podría experimentar la maternidad de alguna manera, Alexander le había advertido que aquello no sería sencillo Regina, a pesar de ser muy jóven podría ser considerada como mimada, consentida, grosera y un poco altanera, y Alexan
arle a Adara, para confirmar que estaría libre y saldrían, marcó el número y esperó,
a, b
ernamente- ¿Cómo
ntentaba desca
e que estaría
la sesión de fotos para la revista, baby, así que pude
za. Sabes que podrías deja
lo mucho que amo modelar, por muy extenuante
escansas muy poco y eso me preocupa, para mí
jo en tono sensual.- Invitame a
querida, te llamo par
epto, baby. ¿A qué h
tengo un día ocup
ente- me pondré un
telo...- dijo con voz car
or, nos vemos a las ocho, quizás decida omitir
riño, ahora debo dejart
é espe
o, Ale
gó de la silla...Esperaba que Adara no se sintiese muy sorprendida por la propuesta, le ponía un poco nervioso ser rechazado, la amaba, era obvio qu
escencia... pero no la juzgaba, intentaba darle todo el amor posible, para él fue dificil perder a su esposa, para Regina era terriblemente doloroso y frustrante
pir
ro que no terminaba de entender, aunque habían pasado ocho años ya, cómo debía llevar la relación con su hija, esperaba poder formar una familia estable, dónde s
ra.
nda para pasar el día juntos, tomó el celular para llamarle y decirle que iría, pero decidió sorprenderla, de camino compraría rosas, una buena botella de vino tinto, y pasarían el día enrollado en las sábanas. Ech
va
arrison?- se
nda, no volveré
ujer asintió, luego él s
y Alexander abandonó sus oficinas sintiendo la ansiosa alegr