Esclavo por equivocación
la cama, de las pieles frotándose entre sí por el constant
e la piel siendo rota y de
deli
o
os todos pegajosos por no mencionar lo que salía de entre su trasero. Trasero que de seguro estaba roj
uir durmiendo pero los martilleos de la resaca en su cabeza
su garganta era una total lij
¿La noche pasada
se volviera borroso. Se apretó el tabique. Si, tenía una muy buena resaca. No quería ni im
aba por la ventana aumentaba las pulsaciones en su pobre cabeza. Era un cuarto de hotel, y uno muy lujos
rdo quién demonios me folló anoche pero debió ser
eces había estado así, tan campante que su b
¿barri
eron y una expresión de
engua por el paladar y todavía quedaba un poco del sabor metálico y a la vez d
taba la idea de haberlo hecho sin estar cociente. Siempre tenía un cuidado especial en mostrar lo que era. Después de todo, en
algo de la noche pero nada, las sensaciones seguían pre
estaba muerto y la policía o los científicos locos no habían llegado por lo que todavía no
ido había sido tan considerado con él? Porquería, nadie, después de una ca
ada bueno si llegara alguien. Se secó dejando su cabello húmedo y se vistió. Pasó por delante del espejo para darse los últimos reto
arca, con un complicado patronaje, que se dibujaba alrededor de la parte baja de su cuello como si fuera
esbaló con el piso húmedo y cayó sobre sus lastimadas n
xo y después de comprobar su compatibilidad lo había marcado como su esclavo de sangre, el grillete en su c
presa de
ios eso hab
. Comenzaría a hacerle rechazo a toda la sangre que no fuera la de él y en poco tiempo el grille
a persona que realmente desearan atar en esta vida o aquella que ha
o era lo p
ro del hombre, al que supuest
ba j