La Obsesión Del Millonario
on su secretaria, señora-in
ndo para ella desde que
ás se
noche. Además, según los comentarios de otros trabajadores,
s lentos hacia el ventanal. Necesitaba un
do de mucha ayuda, gracias-
e todas las infidelidades de su esposo, pero al parecer sab
í?», la voz de su consciencia salió a relucir y,
e dijiste que esto era una loc
s negativos. Sentía rabia hacia sí misma, rabia hacia sus decisiones y rabia hacia aquella imposibil
apel en su mano-. Es tu condena, te con
, el cual se encargaba de beneficia
e dará cuando
ago cada mes po
una esposa farsa,
eyendo que podrás ena
a, quería a Henrick, quería salvar su matrim
.
to, Horacio-indicó l
ulo, el hombre rodeo el auto para ocu
er a ver a su hermana. Se sentía feliz ante la idea, pero a la vez, se encontraba muy asustada, esp
el chofer, bajándose para
taba acostumbrada a ser el centro de atención cada vez que ponía un pie fuera de la mansión, ser la señora Collen era una gran r
sus guardaespaldas, puesto que su esposo era muy desconfiando y siempre la mantenía bien vigilada.
adamente aterrizará el vuelo proveniente de Su
n, muchas
e había encargado de criarlas, pero lamentablemente la mujer falleció unos pocos años después. Afortunadamente, para entonces Helena ya había alcanzado su mayoría de edad y pudo encargarse sin problemas de su hermana menor. Estaba orgullosa de los logros de Eloísa,
de miedo, sentía que estaba a punto de quebrarse y no sabía si lo podría soportar más. Realmente, Helena hizo su mayor esfuerzo de parecer una mujer feliz cuando su h
te la estuviesen grabando. Lo único que quería y necesitaba era ese abrazo, el abrazo de
la mujer apretando fuer
ovocaría cuando tuviese que marcharse nuevament
xtrañé
tos. Pero cuando sus brazos se cansaron y sus lágrimas parecieron cesar, finalmente se separaron, mirándos
sa, Helena.
dad. La verdad era que estaba tan cambiada, parecía una mujer que había nacido en la alta socied
-quiso compl
to. Verte ahora es como ver a alguien más, pero
te floreciste-se burló, recordando que la última vez en que la vio,
To
todavía fueran unas chiquillas. Todo en ese momento parecía perfecto, eran las dos y el inmenso am