Nuestra Familia
ssan
sa situación tensa entre su padre sobre protector y el chico al que le gustas. Mamá observaba a los dos machos marcando territorio la mar de divertida; resulta que lo más gracioso es que ambos se c
uiere dormir una sola noche más solo, imaginaros la cara de mi padre y mamá aguantando la risa, mis nervios los siento a flor de piel porque él es el primero en todo, aunque desde que fue nombrado alfa no hemos tenido mucho tiempo para compartir. No me quejo me gusta ver como se preocupa por lo
admirados y queridos por cada uno de ellos, los más pequeños se cuelgan de ellos cuando los ven aparec
a en mis tímpanos, la apago rápidamente levantándome de un salto de mi cama, no quiero que se me haga tarde después de una ducha rápida de diez minutos, obser
egremente preparando unas ricas tortitas
ndome a la boca un trozo pequeño de la fruta. –¿Cómo estás? –él so
ariño. ¿Y tú
vantado? –pregunto curiosa al no
co tenía que ir a la c
hará
más tarde acudir a una reu
reun
nada que eliminaron en la última guerra para salvarlos? –asiento y prosigue.–Matías, debe
Solo significaba una cosa y era que él se acercaba; efectivamente así fue en cuando oímos tocar la puerta de casa, papá de
en cuanto me tomó por la cintura acercando nuestros cuerpos. Cuando fuimos interrumpidos por un carraspeo tras nosotros, mis mejillas se tornaron rojas como cuáles to
pronunció Matías rompien
una manera exagerada acentuando cada palabra acomp
as acariciando el dorso de mi mano, me giré hacia pap
papi, porfa regalame una sonrisa antes de irme. –me separé del abrazo poniendo ojitos de
cuida de mi pe
de la mano con grandes sonris
estás? –lo salud
, cuñada muy
nia
locando su mano libre en mi nuca atrayéndome hacia sus ovalados y apetecibles labios deshaciéndonos en un afectuoso beso. Me despedí de los chicos, y me reuní con mis amigas, para entrar juntas; somos
dice Jessica estruj
pondí repartiendo un beso
ase? –pregun
nes juntas este fin de
solo chicas.–añade Samantha dando
–dije interrumpiéndolas, escudriñándome con la mirada gritan al
grupo. Hacíamos unos deberes de cálculo cuando el timbre suena indicándonos que teníamos que ir a la segunda hora, recog
idad y picardía, pensándolo bien a pesar del
un tartamudeo, deseando que no vuelvan
? Eso fue más que de amistad, no nos dejes así
os ojos, y añadí:–Me gusta muchísimo ¿conten
a sobrevivir a un ahogamiento involuntario; no me esperaba esa pregunta
unto estamos, además hay otra cosa que aún no...–y co
mo un auto reflejo le dí un golpe leve en la
lió! –dice haciendo
ondí molesta.–Sí, aún soy virge
ionar eso ahora mi
alguna de sus trastadas. Cuando percibí ese aroma que me tiene loca, me giré divisándolo recargado en su casillero conversando con
tidifus; aparté a esa egocéntrica a un lado, estampando un beso apasionado, no permitiré que ninguna oportunista me lo quite. Matías reaccionó de inmediato ante la atenta mirada de aquella estúpida, los chicos de la manada y mis amigas; tomándome con delicadeza de la cintura pegando mi cuerpo más al suy
atías en un g
o gruñido, sin apartar la mi
ullosa por supuesto, no tengo porque dejar que me pisoteen o quieran quedarse con algo mío. Fui int
uarto. –dice la voz chillona que me hizo retroc
a estúpida quien mand
en un gruñido cerrando m
erta, sacando a las chicas del lugar más tarde les agradeceré eso. El
cuchaba a mi alfa. Esta tipa no iba a dejarme en
ella, pero unos fuertes brazos me int
ir de él. Pero estaba más que furiosa porque mientras mi ausencia en el instituto, Alana quería llevárselo a la cama y él no me había dicho n
s que parecían conversar por link, t
í Matías, no te preo
taciones de las clases
clases que no tenéis juntos.–añade Paula. Co
el mío; clavó su mirada en la mía, perdiéndome en sus profundos ojos agua marina, gruñó y me besó ferozmente, me gustaba. No dijimos nada solo nos dejamos llevar éramos él y yo, no puedo explicar lo que nos ata solo lo describe una palabra, mágico. De un momento
o tuyo? –no respondí, me limité a o
ndome de sus piernas
sa? –vuelve
ba llevarte a la cama?–le reclamé, se hizo un silencio incómo
o mi piel, haciéndome sentir una electricidad agradable recorrer mi column
ndiendonos en un efusivo beso acallando mis rec
rada lujuriosa sobre mis curvas; colocamos nuestras cosas a buen recaudo y solo fueron cuestión de segundos para estar sobre nuestras cuatro patas. Él se acercó a mí pasanos chicos llegaron desde el instituto, papá y Scott desde la aldea; nuestro olfato captó el aroma de alguien más, llenándonos de confusión. Nos observaba a lo lejos, cuando Mat
nadas vecinas. Quise ir a ayudar, pero en su afán de protegerme se negó rotundamente recibiendo el apoyo de mi padre.–Grrr.–les gruñí a ambos marchándome molesta a casa de mis padres, donde muy aburrida pa
aces aquí? –preg
erte ¿Cóm
rte en su casa con su pequeña? –y la sal
adre es el que me permit
nado? –p
cena? –dijo y ase
a todos, mis padres segurame
romas y risas, efectivamente papá y
n? –pregunta papá s
con nosotros.–parece que habían llegado c
***
osque, la aldea est
en
hija? –pregunta Mireya al
he encontrado, pero me ha sor
tas? Tu querida hija es otro perr
sta a mi mujer e hija en Nápoles; mientras las buscaba me encontré con dos v
mportándome muy poco le colgué enojado la llamada; manteniendo vigilada
***
con Matías esta noc
y mamá no paraban de reír. –Vete ya, si no quieres que te mande a tu habitación.–dijo divertido. Y como un res
la inocente, sonriendo me lanzó una camiseta de
rcarte. –dijo sin más,
iensas?
e marques?-pregunté tímida, traga
ventaja si en algún momento no estás conmigo; si algo malo te ocurre podré saberlo
e sé defen
de pensarlo...–se cristalizaron sus ojos conteniendo las lágrimas que ame
irse paso a su boca; soltó un gemido ahogado acercándonos más. Besos, gemidos, caricias, mordidas, gruñidos, chupetones todo en ese
ieres...–afirmé con un sen
nuestros cuerpos, dejándonos completamente vu
e pies a cabeza, cuando llegamos a los pies de la cama, me dejó caer
aldea; avisándonos que había un visitante no deseado en nuestro territorio. Matías no tardó
ue nos amenaza.–ya no es el chico dulce de hace dos segundos
que sé defende
ce en tono autoritario. Saliendo de casa pudimos ver un albor
amá? –pregun
enté detenerlo, pero no me escu
ás de
mi mundo se vino abajo, no podía se
andra quédate con tu madre por favor Kenai, Áurea,
rdos del pasado invadieron mi mente bloqueándome, cuando quise darme cuenta, Matías, Scott
acaben con ese imbécil de Henry, asi no tendré que ver su asquerosa cara
ria
ida; cuando diez minutos después oí en gran estruendo, tomé inmediatamente unos pantalones cortos que tenía
cia la entrada de casa, mientras ella intentaba oponer resistenc
Sal de mi casa
do a Anna con arrogancia. Empecé a empujarlo una y otra vez
mas que el "ella es mía" para enfurecerme. Ella no era de él, ella era mí
na, al verla de tal manera tenía mas que claro que éste debía
ré a por nuestra hija.–¿Cómo se atreve
ble muerto y yo me encargaré de eso. Corrí entre árboles perdiéndole entre la inmensa oscuridad de la noche, como sospechaba salieron de sus escondites tres o cuatro vampiros más rodeándome en medio de un claro dejándome sin posibilidad de escapar; intenté defenderme pero al distraerme matando a uno de ellos, otro me atrapó por el torso apretando fuertemente partiendo a
ermosa hija la acabaré haciend
e un pelo de su hermosa cabecita a mi pequeña.