Los secretos que nos separan
e había alquilado en el centro de la ciudad, recordando las maravillosas n
el sentimiento más poderoso y puro que jamás hayas sentido, dímelo y no volveré a molestarte; pero no me dejes morir en este horrible silenci
cirle una palabra y la ansiedad
z de contarle el verdadero motivo de su repentino rechazo, pero una mañana, después
levantándose del capó del coche
ndió con nerviosismo Mara,
e me expliques lo q
s, creo que es explica
y cerrar de ojos todo haya cambiado de esta manera... no lo comprendo. -
hombros obligán
siento por ti, y aunque parezca apre
estó y subió al coche, con los ojos llenos de lágr
trarla acurrucada en la cama, llorando. -No puedes seguir así. Han pasado se
ándose las lágrimas y
, he oído que vomitas por las
cúchame...
quiero lo mejor
toy embara
e la madre se ensombrec
hacerte de eso a
eguntó Mara
s que pueden existir, no toleraré que engendr
a, no puedo mamá.... tú mis
es lo que quise
ciones que puede ten
onces? No pued
ión te quedarás sola. No toleraré una ab
n el pecho de Mara, dejándola sola en el mundo, sin nad
anso para darle una vida digna en una ciudad muy lejana de la que la vio nacer. Durante tres años no recibió noticias
otro lado de la línea.
iendo? - Respon
. no está bien
y una maleta en la otra, caminó de regreso a la casa de su infancia, reviviend
. - Alice la saludó con un ab
cuestiones de trabajo, pero cómo iba
todo lo que
eso nunca cambiará. Dime,
uró la cadera y una pierna, su estado es bastante delic
acuerda
as de lucidez de vez en cuando, pero sólo duran unos minutos. Todo este tiempo
tró con los ojos de su pequeño
airon. Para entonces su propia vida había cambiado, pero al saber que ella estaba de nue
madre sólo le saltaba el contestador. Empezó a desesperarse a medida que pasaban los d
pequeña silueta de Félix, seguido de su madre que, al
mada Mara, sintiendo que un escal