Leo, mi chico zanahoria

acababa de llegar era idéntica a la que había visto en su sueño. De inmediat

puerta? -preguntó la joven un p

Scott, ¿no? -contestó el

ndió la joven risueña, mientras

ndió el padre de Leo, mientras respondía al saludo de Maddie con u

a Maddie, al tiempo que señalaba la vieja puerta blanca que estaba en la e

o Jacob y luego se dirigió hacia el vehículo mientras

r a su padre con la descarga de la puerta. Mientras lo hacía, pens

ven tenía puesta su mirada en él. Sin embargo, el joven pensó que ta

tinuó con su labor sacando la caja de herramientas del vehíc

la vieja, en tanto que Maddie entró a su casa. Después

ntes. En recompensa, les ofrezco un

-contestó Jacob con caballerosidad, mientras

o dijo nada y tomó el vaso con indiferencia. Mientras bebía el zumo, notó que ella se había quitado

terminó, devolvió el vaso con un gesto de agradecimiento. Jacob hizo lo mismo y amb

s equivocadas, creo que

ir por ellas rápido -pro

os -ordenó Jacob, que de inmediato se retir

cho estaba solo, se acercó con

r Jacob? -pregun

on frialdad, sin vol

n una mujer como Maddie, ya que le hacía recordar a aquellas chicas

más interés por conocerlo. Era la primera vez que se topaba con un chico qu

a gay, luego se dio cuenta de que en realidad el joven carpintero sol

ida, mientras se acomodaba el cabello detrás d

aco aumentara, al grado de que sus orejas se pusieran rojas

o -contestó, mientras estaba inclinado inte

nzado. Entonces una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro y pensó: «Este chico es oro pu

co a alguien que me inspire confianza, no paro de hab

que siempre pensaba que su apariencia era desagradable p

rezco confiable -respondió Leo m

s interesantes qué contar -recalcó la joven atrevida mientras trataba de pen

tornillo que estaba desgastado, complica

aba para observar a Leo trabajar, mostrando a propósito un poco su

on su inseguridad y así conseguir acercarse a él. Su interés en ese c

gio y sus orejas lo traicionaron de nuevo al teñirse de rojo intenso. «

aba en aprietos y no hablaba, Mad

s unas manos muy lindas -expresó, al mismo

anos se tocaron, una especie de