Secuestrada por un error 2
ón se ha vuelto aún más complicada, ya que me he estado sintiendo muy mal. No he dejado de vomi
ice mi madre con preocupación, su m
ener una apariencia de normalidad mient
lla, con una voz llena de preocupac
olvida nombres y detalles. La confusión es una constante e
lo dices? -le respondo, tratando de ocultar
razada -dice ella,
er posible, pero la idea de estar emb
digo, tratando de convencerme
nocimiento y saca de su bolso u
ofreciéndomelo con
so que doy hacia allí se siente como una eternidad. Una vez dentro, cierro la pue
na precisión desesperada. Mientras espero el resultado, el tiempo parece detenerse. La espera es una agoní
co se convierte en una realidad implacable. Lo que más temía parece ser cierto. La preocup
ada -digo entre sollozos, mira
rcándose y abrazándome con ternura. Su
icante -digo, con la voz rota por el dolor y el pánico. La idea de esta
pio miedo es evidente-. Vamos a enfrentar esto juntas. No tienes que tomar
ustia se mezclan con la preocupación por mi hermano, que sigue en coma. Todo pare
l mundo -dice mi madre, intentando calm
dea quién es el papá -respondo,
más -me dice, tomándome de los hombros con ternura. Su mir
ensar la gente? ¿Cómo voy a enfrentar esto? -mi voz se quiebr
uego, enfrentaremos las consecuencias juntos. Sea cual sea la decisión, estoy aquí para ayudarte a enfre
de cómo manejar todo esto siguen pesando en mi mente. Aun así, siento que con el apoyo de mi m