El Arte del Sexo
do sus bragas para tocar los labios vaginales d
jer se moja en g
e yacía entre sus muslos. Y mientras que él frotaba su coño, ella
estar tan tensa y renuente a seguir jugando con él... el CEO opta por bajar hasta la abertura de su
erca al mismo, entre tanto Daviana recuesta el cuerpo sobre su escri
apetitoso y lo primero que hace es rozar su lengua por el mis
por primera vez ciertas sensaciones que creyó que ya no existían en su int
-. Nooo, espere, por favor -Daviana ar
poco más sus piernas y trata de elevar un poco su trasero. Con aquel movimiento
u cuerpo, y ni hablar de la enorme erección que yacía entre sus piernas. Michele j
que ella tocaba su cuerpo mientras que lo arqueaba, era c
o ella da un respingo y por si sola abre las piernas. Michele creyó
a castaña comienza a convulsionar y gemir cada vez con más fuerza y
acía años que no probaba a una mujer tan deliciosa; y ahora que h
h!
do en su coño era algo de otro mundo. Completamente inexplicable; s
uales temblaban como si estuviera muriendo de frío. Su respiraci
a de la realidad, era increíble que le hubiera vuelto abrir las piernas
r las piernas, pero entonces, de la nada su jefe la sujeta del brazo y la h
ojos verdes y sie
ejor que ayer
efe, ¿Por qué
roza con los nudillos su mentón -. A mí me ha complacido m
y su sec
musita muy bajo espelucándol
cuerpo. Derrumbaba sus barreas en cuestión de segundos sin importar nada. Daviana trag
gueo en su coño la estaba enloqueciendo. Entre abre la boc
de pasar, todo tu cuerpo me lo dice, Daviana -sisea c
con un hilo de voz al tiempo q
er toda compl
cio entre sus bocas y decide besarla, pero tan solo rozando sus labios a
an de piedra, bueno, Daviana, puesto
lla bajándose del es
jodiendo a esta hora? -se pre
es su
rtaba tanto que su hijo los pillara a solas en la oficina?, aprieta su mandíbula an
interroga, mientras vue
ro cuando escucha a su jefe preguntarle semejante b
puerta, y nosotros estamos aquí en una situación comprometedo
amina hasta la puerta con bastante determinac
tir...-sin otra escapatoria, la castañ
para ver a una pelirroja de largas piernas parada en
me ha enviado a por su secretaria, pero no l
demonios quería su hijo con su secretaria? Re
lo que qu
a para que me pusiera al día de todo el control que ella lleva -el
cuando regrese la
señor Gershon. Di
dolo a cerrar la puerta, al darse la v
é te has
nsa y no sabe que responder. Pero, ¿Qué demonios le podía contestar?,
aquellos orgasmos obtenidos fueron los primeros de su vida. No tenía e
s que ella no tenía tiempo para involucrarse con nadie de manera sexual y de ningun
jefe era tan
ve da un pas
seguir con esta locur
er, lo que suceda detrás de esa puerta
n solo era el revolcón quizás de la semana, bueno tampoco es que esperaba qu
atarme como quiere -Daviana pasa a un lado de él hecha una furia, pod
en él más ganas de tenerla. Su negación solo acrecentaba sus ansias por
.
ban; luego las hace en un puño e intenta tranquilarse. Al menos ya le había dejad
a en su coño. La joven cierra los ojos y muerde sus labios, era una c
eg
e volver a p
y ponerse en pie -. ¿Qué ocurre contigo? -pero si era aq
se te
n ha estado esperándote por mucho r
ara
oja frunc
tás
regresar por donde vino, Daviana respira c
isando a su ex jefe, quien al percibir su presencia levanta la mirada.
ro curiosamente no le hacía sentir lo mismo
rita M
ando a
anto a mi secretaria sobre lo que
, no hay
a y hace amago de retirarse cuand
se detiene para luego m
ea al
tre ambos -. ¿Se siente a gusto trabajando con mi padre
rcibe que su ex jefe muerde levemente
guido trabajando conmigo-en esa
fe le estaba hablando y aún más por esa extraña cercan
a trabajar con su pa
que no le he dicho y es que, me da mucha lástima que esté trabaj
ña ensanchara la mirada, eso signif