Te Odio a Primera Vista
MAX
jodida broma! ―exclama
deja de reí
sus ojos entrecerrados a punto de las lágrimas, lo mucho q
nca falla
roja dejándome con la palabra en la boca y la erección en mi pan
urante sin que el asunto se hiciera público. Lo que menos necesitaba e
falló en
osi
cita a ciegas que terminó conmigo subiendo a escondidas a mi coche para largarme del
e las tení
inación, la idea se form
el desahogo para la mezcla de rabia y excitación que
Me dijo Mary dejando sobre la mesa algunas cosas que traía consigo cuando entró a mi gimnasio personal. Ella
ia cuando, en vez de golpear con los puños, descargué también un par de pat
ingún lado Max... es que no cualquiera puede presumir de haber dejado a
humillado y se haya burlado de mí de esa manera? ―le p
or eso el tema que Mary tocaba lograba sacar toda mi animadversión. No estaba de humor, pero au
as de las redes sociales―. La situación es notoriamente abrumadora, la gente reaccionó de mane
a estu
vannah tienen algo
ría ser el inicio de la
nsaje de que nada de aquello me importaba, pero la verdad era otra. La verdad era que una idea se habí
x, pero debes hacer lo que sea para dar
retumbó desde la mesa. Mary se fijó en el nombre que r
el j
arme. Pero aún había algo m
o haré por mí y lo haré a mi manera ―le
oz del teléfono antes de que estalle en
nnett, eres
ón, no estoy
mos... ahora nadie
.
o solo hay un deseo que desborda mi corazón y es lo que a
mañana, mi obje
señor ―me responde la a
Quizás debí interesarme en preguntar, pero mi
chica) abrió las puertas para mí, entonces entré triunfa
as dos editoriales, las dos con el mayor historial de enemis
estaba ahí tal co
ia y profesional, y aunque llevaba el cabello un poco desarreglado y unos anteojos para leer, su belleza era apabullante y abrumadora. Sus ojos se enc
o sobre la mesa con furia y sin piedad hasta hacerla suplicar, gimiendo mi nombre mientras su al
una diplomacia que apenas podía disimular la rabia que
me en aquella mesa de reuniones, para mi desconsuel
orden de ideas, los
ía llegado a nosotros la oportunidad de regodearnos en su sufrimiento. Estábamos a punto de p
«Arriba el amor», ese que era el centro de todas mis historias, era el lema del éxito. Irónico que m
eran distracciones para mí. Yo solo pensaba en la noche anterior, en aquel
e hablaba, pero ella estaba metida en aquellos inform
e sus labios hasta la parte apenas descubierta de sus tet
tt ¿Qué es lo
rontal y directa como para
los ojos para verme al fin, su mirada es justo la que deseaba―... nosotros seremos los encargados de llevar a c
de la mesa poniéndose de pie por la mism
os acariciaron su coño y mi lengua estuvo en su garganta―, esta es una reunión seria y
. Su mirada destilaba fuego cuando volteó
eliz ya estaba completamente convencido de su derrota, por
le: Ya está, somos prisioneros de guerra―... creo que lo que el señor Bennett p
estaba en mis manos. El silencio del
egar a donde la bruja pelirroja no hacía otra cosa más que mirarme con es
á lista para trabaj
da que era al mismo tiempo de odio y de fuego, entonces, después de u
d gana esta vez... Yo solo esp
ue logró disipar la tensión, pero ella y yo s
Cupido tiene en su arsen
avannah 01