La hija de mi enemigo
NR
que Guilhermino logró traerme, el papel está desgastado y el color se desvanece con el paso de los días, pero todavía puedo ver el contorno de la sonrisa de cada miembro de la familia Leal y la expresión victoriosa de sus rostros. Augusto hizo lo que dijo y ganó las elecciones para diputado en Madrid , victrioso con una gran ventaja sobre sus competidores. Estoy languideciendo detrás de
como si nada hubiera pasado, pero esto es solo otro refuerzo para que yo siga adelante con mi plan. No puedes pedirle a un hombre que ha sido juzgado y condenado por un crimen que no cometió, alguien a quien le robaron la vida y le rompieron el corazón, que olvide tod
a su hermana me
l eslabón más débil de la familia, siempre parece estar lista para romperse y eso la convierte en el peón más fácil de manipular. La sonrisa se me escapa por primera vez en todo el día
mis dedos su imagen, sin poder apartar mis ojos de los suyos.-Ni ve
do de no llamar la ate
ohada y trato de dormir, cerrando los ojos y negándome a abrirlos dura
n de unirme a ellos y escapar de este lugar antes de ti
ugitivo, no, necesito tener mi libertad de acuer
nos me
iente y un guardia me salpica con agua y gruñe algunas palabrotas,
alsa, hasta que estos sueños se convierten en mi obsesión y empiezo a soñar durante el día también. creando las escenas y diálogos más odiosos, pregunt
y dudará de sus sentimientos. Te romperé hasta la médula,
i plan comienza y
tu
mpresa de algún periódico digital que le gusta publicar sobre la familia Leal. -Tu me debes. - dice y se
espués de asegurarme de que estoy solo, saco el papel de dent
en los nombres mencionados, mis ojos siguen hacia abajo pa
dad de bromear, pero no lo hago. Sostengo la mirada del hombre en la foto y luego sigo su mano,
sensación extraña sobre el imbécil, sobre to
la ira en el cuarto oscuro que guardo en mi ca
nos me
ocompasión, buscando refugio en la
sado por algunos pasantes y descanso en el banco de cemento, cer
me toca
chico
ndí desde que llegué aquí, y aunque nunca intercambiamos una palabra con é
que me advirtieron me dijeron que no estuviera sola con él
erando que el imbécil se dé
torcida que me dice qu
s ojos e
to de tatuajes, incluida una calavera en la ga
lajarte. -dice encogiéndose de
chicos.- Hablo y
écil. Estoy aquí para ofrecerte un cigarril
ración, luego recuerdo que estoy en
tás ofrec
res
pero eso no significa que est
mis
lo siento si
terrumpe y miro el ciga
ica entonces
. Esa mierda mata, así que no
garrillo y lo tomo, dej
-dice, lanzando humo hacia arriba, con la mirada perd
retengo el humo más t
detiene
, pero considerando que no parece dispuesto a de
gunta al cab
nga