Una CEO Despiadada
era de su padre, y tras la muerte de éste, ella se convirtió en la dueña de una de las empresas más grandes de su país, empresa dedicada a la compra y venta de propiedades, el mundo de las bienes raíc
ía logrado mantener a flote la empresa que heredó de su pare, y no solo eso, sino que habí
estaba aterrorizada, la angustia la calcomía y es que, siempre se había considerado débil y era muy difícil para ella creer que podría ganar esa batalla, luchó con todas sus fuerzas, decidida a no permitir que fuese así su primera vez y es que no, nunca había estado enamorada, ni esperaba que su primer encuentro sexual fuese algo muy romántico o de telenovela, sin embargo esperaba que al menos fuese por decisión propia, le había torturado el hecho de que aquellos dos granuja
e dedicaba a los negocios de su padre cuando lo conoció, dueño de una empresa mediana, dedicada al área de seguridad, Paul Smith, era un hombre agradable, de carácter tierno y amigable que poco a poco se había ido ganando su corazón, cuando decidieron iniciar su noviazgo, tras varios intentos de intimidad ella le había pedido llevar las cosas con calma y fue allí cuando
o, nunca faltaban lo cual resultaba satisfactorio para Alondra, quien se alegraba de avanzar con Paul, mientras que para él
r a amar a alguien como amaba a Paul. La boda social de ella no era muy amplia y se podía decir que solo tenía dos amigas; Megan y Sally , las hermanas Johnson, quienes formaban parte importante de su vida y
al cine o pasar un rato con ambas, pronto se casarí
anas, suspiró con satisfacción, lo que más estaba deseando era pasa
ave en su bolso y la sacó, amaba el hecho de que hubiesen compartido llaves de su hogar por si se presentaba al
y penetro en el apartament
abía nadie- ¡Megan, Sally!-llamó s
verse, cuando ella estaba libre, Megan no podía, y cuando su ellas disponía de tiemp
ntos pero firmes se dirigió a la habitación, colocó la mano en la perilla y la giró suavemente, si estaba enferma
amor, y la habitación hacía eco de fuertes gemidos,
atamente se ruborizó en gran manera y se giró para no ver,
mblaba y ella no supo definir si era
z del hombre, su voz e
ilidad de la traición le oprimió el pecho. No, no era posible, Paul no le ahría aquello, pero aún, pudiese ser que él la trai
Alo... ¿Qu
emblorosa mano al interruptor y cuando la luz brillo, ya no hubo secretos, se rebeló claramente el ro
n estaba destrozado, todo el dolor emergió en abundan
do explicarlo
ece-los miró con profunda decepción.-¡Por Dios!, ¿Qué les he hecho para que me h
dra,
como si hubiesen enterrado un puñal en su corazón, sus pulm
or favor- su
jo limpiándose con el dorso de la mano las lágrimas, era inútil sus ojos
zada- te sigo querienod
esposo, el hombre que he amado, no entiendo porque me hacen esto, es... es r
s expli
UENME A VER SI LOGRO EN
bemos que es
dignada!, la palabra molesta no define todo lo que siento. ¿Desde cu
reo q
NDO?- gritó
surró Kitty
, llevas un mes revolcándote con mi novio, Paul, llevás un mes acostandote con mi amiga, mi hermana, no puedo creerlo... Mírame Paul, eres una basura, ¿para qué aceptaste a