Una CEO Despiadada
la larga y espesa cabellera de su amante. Ella, completamente satisfecha disfrutaba de los delicioso
ón grita
ías
bella, sig
personas enamoradas no puedan guardar silencio después del sexo- disfrutamos de la mutua compañía y el placer que hallamos en
fruto de escucharte cantar Annabella y que siempre has tenid
más que ésto...un hombre y u
s bien-aseguró él mirándola con gesto entristecido, apreciaba
ras se alejaba de él y quedaba sobre
on insistencias absurdas, pensé que las reglas estaban claras, no pienso c
er
ducha y me iré a vi
exuberante italiana dedicada al mundo del canto y el espectáculo, y así, como ella, había tenido muchas amantes, todas hermosas, todas pasionales, todas ardientes, pero en cuánto querían cambiar la relación e intentar que dejara de ser algo pasional para con
para eso, aún le quedaba
en la mesa acompañada
e decidieras acomp
oro- le dedicó una hermosa sonrisa,
onarme demasiado tiempo Elías Becker, sabes que eres lo único que tengo y me toca hacer malabares para verte, ni siquiera es
mosa exagerad
jos se llenaron de lágrimas- soy tu hermana, necesi
lo desaparecer mucho pero, sabes que siempre estoy metido en negocios. Te ado
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estaban muy pesados, sentía una punzada en la cab
-Henrry se escuchaba muy triste
u madre- al oír tal desespero nuevamente abrió los ojos lentamente, hacien
susurró-
a mejilla y la a
te sient
uele mucho
easte mu
l?- preguntó sintiend
dijo acaricián
llevo aquí?, siento que
estabas en coma, cariño. Los médicos ha
a cabeza, volteó un poco y se encontró con que do
y luego se volv
tó Paul acercándose a ella
cuerdos atenazaron su mente, la realidad pasó ante e
cuando lágrimas resbalaron
daría lo que me has hecho? Paul, vete, vete y no vuel
ano la vio con ojos en
mientras movía el rostro de un lado a otro desesperada y las lágrimas abundaban-¡Que se vayan, que se vayan!- Megan sol
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de haber salido de la clinica y sin embargo, se negaba a abandonar su habitación, s
ebajo de las almohadas, su madre entró c
lla obedeció salien
madre?- gruñó
, Alondra?, llevas dos meses sin salir de
ersonas que se ocupan de hacerlo por mi-gruñó
adaba- dijo s
recer- respondió a
brotaron de sus ojos, se sentía muy mal, solo dos veces antes de aquella se había encontrado así, la primera con u intento d
s sentirte mal por mí, madre,
minado con Paul, sin embargo él viene diariamente para intentar hablarte, y para saber cómo sigues y tú
saltó de la cama y se dirigió al
la traición de su prometido y con su mejor amiga, las imágenes que tanto daño le hacían, que desgarraban