Mi Mate Imposible - El legado de Clyde McCallum
no en la chaqueta de cuero que llevaba y extrayendo un gran cuchillo
o había conseguido hasta que una mano muy grande y fuerte lo sujetó por el antebrazo y lo apretó c
hecho cosquillas nada más. La mano izquierda del hombre lo golpeó en el pecho y le abrió
lo, pero este apenas se inmutó aunque el golpe fue formidable, después de golpear a su compañero el hombretón se volteó hacia él y entonces pudo v
el golpe con la palma de su mano, sujetando el tubo y arrancándole de las manos del otro. A continuación sintió co
lenta por la boca, seguramente una costilla había perfora
arse de nuevo sobre la chica, Clyde se abalanzó sobre él y lo agarró por un b
ientras trataba de soltarse del poderoso aga
da y escalofriante, parecía acero líquido y
por el piso unos cinco metros
lidad. La rabia lo hizo palidecer, él era un hombre sumamente fornido y pasaba de los ciento treinta kilos. Su cuerpo era bastante musculoso
mo si fuera un fardo, éste era muy alto, tanto, que sobrepasaba la estatura de Rob en
í que se lanzó con todo lo que tenía, con la cabeza por delante para tratar de darle en el estóma
le diera con toda su fuerza con la cabeza en su abdomen, pero lo único que consiguió Rob fu
e levantó para golpear al sujeto. De nuevo este dejó que lo golpeara con f
ba en la cintura. El sujeto lo dejó hacer, pero antes de que lo pusiera horizontal lo agarró con la mano izquierda inmovilizándol
en su garganta, aunque podía respirar con algo de dificultad, el agarre
o ese tipo estaba full de drogas y esteroides o era algo sobrenatural. Este último pensamient
de él, como la luz le pegaba de frente pudo mirar, con los ojos desorbitado
je, sus orejas estaban un poco altas y era un poco agudas en las puntas cubiertas del mismo bello castaño. Su bo
s? -logró balbucir con el t
naba como si viniera de una cueva profunda en la tierra- Soy
riéndose paso a golpes y disparos, aunque habían decidido dejar las armas al entrar en Vancouver para no parecer tan sos
logró balbucir- N
en una sonrisa, pero esto le daba un aspecto más amenazador que si no lo hubie
u cuerpo temblaba convulsivamente, al final todo
la chica cuando la atacaba
una garra de tigre le hubiera rasgado la piel del rostro, y luego se sintió lanzado contra un árbol de roble cercano. El sonid
la ternura posible la levantó y corrió