Aroma a cafe
* * * * * * * *
* * Kansas * * *
ber caminado por unas horas para calmar la molestia que me había causado la propuesta de Brescia; así como e
encontraba mi departamento-. «Ni siquiera entiendo cómo es que te atreviste a pensar en que hubiera la posibilid
veces para poder calmarme un poco más. Después, solo recompongo mi postura
mí- ya es hora de entrar -m
zarla muy fuerte por varios segundos con la mano que tenía libre-. ¡Oye, ya! -se que
le pregunto al acar
et me diera mis lecciones, me dediqué a practicar una nuev
o bien -menciono sincero sin
De qué sabor es? -pregunta entusiasta a
esto con una sonris
almendras -suspir
emos más y vamos a partir
su pastel- ¡Ya, Kansas! ¡Apúrate! -demanda exigente, lo cual
taba en la entrada de nuestro pequeño balcón (lugar reservado para las ce
Ya no creo que tarde- me informa a la vez que empieza a colocar las velitas que venían junto a
rmal -agrega mientras se acerca a Ángeles con un vaso de agua y su toma de pastillas-. Toma, mi amor -le
estiono con una so
a y torno mi mirada hacia mi mejor amiga,
ía pasar más tiempo con mi hermana preferida en su cumplea
-me aclara al cruzar s
mundo de cabeza -agrego divertido y me gano la risa de ambas-. Bueeeeno... -digo al observar la
de las cosas que faltaban para comenzar a
ans
ndo al reconocer
ides el
ontesto mientras busco u
ans
estiono un poco fu
alerta y, sin darme cuenta, he empezado a correr hacia el pequeño balcón-. ¡Kaansas! -su grito se mezc
de su silla y ponerla en el piso para mantenerla quieta a la vez que hago lo que se debe para que no se ahogara o lesionara-. Ángeles, Áng
-precisa Margaret
nico que digo, pero la
nombrarme mi amiga
tratando de no perder la calma; sin emb
-señala Margaret nuevamen
to tie
3 o 4 minutos -señala angu
rgaret, Margaret, mírame... mírame -le pido-. Te necesito -le digo firme y ocultando todo mi miedo y nerviosismo-. Necesito que llames a emergencias- le repito-. Sabes que esto no parará- le recuerdo-. Así que necesitaremos a una ambulancia aquí y ahora -le seña
u convulsión terminara para llamar a emergencias
.. sí -la escucho decir para luego colgar inmediatamente y volver a ayudarme a se
Margaret sin quitar la mirada
to cómo la convulsión de Ángeles se terminó- ya... ya pasó -le digo y esta me
-precisa Marga
al tiempo en que me paro para alistar sus cosas
* * * *
* * * *
y, por el tiempo que duró la convulsión
os, pero no le hago caso; solo sigo concentrado en ver
único que quiero es silencio para pensar -le pido sin
la y ya no la vuelvo a
ágrimas al volver a recordar su episodio convulsivo. Nunc
manos a mi rostro para cubrirlo-. «Nunca» -repito en silencio n
nzo a caminar nervioso-. Nunca. Nunca... -respiro agitado- nun
ida y abro apresuradamente mis
preocupado- ¿Cómo está?
mar mis brazos y mirarme con serenidad-. Ya l
a preguntar, ya que no hab
nquiliza un poco-. Sin embargo... -toma la palabra
doctor? -interrogo y
ente- creo que la cirugía va siendo urgente en estos casos- me recuerda una vez más, per
para que me dé una fecha máx
posible para que el tumor no siga exte
ta y este se queda callado por
plenamente consciente de mi escalofriante realidad- Lo lamen
uir- digo una vez más a la vez que la propuesta de Brescia se hace inevitab
asiento como agradecimiento. Después de darme noticias so
e para reconfortarme, pero no lo logra, ya que aquel gesto suyo no podía ocultar tristeza
e Margaret y me giro a
dar a Ángeles? -le pregun
Qu
r a Ángeles? -l
confusa- ¿Y tú? -p
cuanto antes -le señalo y no me detengo a esperar su res
, solo atino a
escucho
ormo y ella se q
bien? -pregun
fiesta? -pregunto al d
unos minutos y el código
taré -pienso colga
an
Q
na-; así que, en este caso,
le corto para después ir rumbo a mi departamento y ca