Mi Libro de Cuentos
Luego me despido de ellas y me voy a mi habitación porque necesi
y pasta de dientes, jabón, toalla de baño, zapatillas y un gorro para que no se me moje el pelo y voy al baño. Me doy una ducha caliente, me pongo el pijama y me
lvo en la toalla y vuelvo a mi habitación para vestirme. Como las clases de la mañana son teóricas, elijo unos pantalones cortos vaqueros y una blusa
e, tostadas, pan con mortadela, queso, jamón,
uno de los bancos vacíos. Pronto llegaron las chicas e intentaron ponerse a mi lado con sus respectivas bandejas. Cuando terminé de comerlo todo, volví al dormitorio, ordené la cama, doblé la manta y la puse encima de la cam
tó por qué tenía un cuaderno con estuche. Y yo le contesto que es para anotar las lecciones y ella dice algo así como Wow, eso es d
ue si no me gusta, se lo diga y ella dirá lo que piensa. Rápidamente le contesto que no me importa que me llamen empo
darme cuenta de que suena la corneta, que indica
*
me entristeciera y al final del día vino a disculparse por la forma
alegró de que me divirtiera. Incluso mi hermano vino a ver cómo estaba, pero
gran hoguera. Pusimos mazorcas de maíz, malvaviscos, cantamos c
*
descubrí que Clarice, Bianca y Jamile viven en el mismo barrio que yo, e incluso hemos quedado para ver una
icas dándoles las gracias por todo-, les d
dijo Fernanda - Es una pena que viva l
espondí - ahora
cas - Clarice, Bianca y Jamil
obús se puso en marcha. Echaría de menos aquel lugar, sobre todo porque me recordaba a mi padre, pero sé que pasarán muchos años antes de que pu
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