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El efecto de la pantera

Capítulo 5 Cinco

Palabras:1866    |    Actualizado en: 16/10/2023

en cualquier momento por la puerta, hecho una fier

tro meses, Simón me disparó, ma

ia y mientras yo estaba desmayada, los paraméd

gún otro familiar supiera de mi estado. Dalila llevaba un mes separada de Andre

na niña hermosa en mis sueños se despe

spués, de un coma por

ron los únicos que s

ió, y Muriel, ese, apareció un día por órdenes de S

ero me ayudó. El que esté aquí viva y fren

esperado que había estado todo este tiempo por encontrarme y prometi

perder la cordura. Que se muere por obtener respuestas que no puedo darle. Sabe que mi vientre está vacío. Lo que no imagina es cuánto. Y me mira como si f

desmantelar el sórdido negocio de Carter, Simón y hasta algun que otro más. Éramos parte de un plan para acabar con la dimensión del sexo. Aquel maldito club clandestino estaba denigrando demasiado nuest

por sus labios en una clara señal de deseo. Deseo de mucha

sotros en este sitio, por favor después hablamos - siento como tiembla mi mano en la de mi amiga. El

nuestra respuesta ?¿Sabiendo lo que somos juntos? . Ahora mismo vuelvo a ver soles en to

egues tu luz, Sila mi luz. Por favor - oírlo hablar así es la prueba

ás, por favor da la maldita clase y nos veremos en la noche en el club - espero que acceda. No podemos

a salió a flote, se tragó su calma aparente

e deja la poesía barata para luego - saca de su bolsillo mi colgante, el que el m

os para pensar que decirle de todo lo sucedido. No podía contarle ahora lo de Simón, porque se, que lo ir

uello por mi cuello y saboreando el tacto entre mis d

mi cuello. Muriel me había dicho que lo llevó una vez a colocar una segunda rosa para cuando encontrara

para el mundo turbio y oscuro al que se había visto sumergida, solo por ser la novia de uno de ellos. Alomejor el mejor de todo

endo a mi habitación. Sabía que Carter no esperaría a la noche. L

me por favor.- daba suaves gol

al huracán que

l, aquí esto

cterizaba. Mis piernas colgaban, pues no quería rodear sus

e. Su nariz aspiraba el aroma de mi pelo, de mi cuel

me sufría y que me perdonaba todo. Su mirada

s piernas y aquel contacto

artando el pelo de mi rostro

está nuestro hijo?¿ Por qué m

o a diar

- pregunté asombr

que algo te había pasado, para que me dejaras así. No te

to me am

do o nada con el. Pero aún no podía s

o. Con todo lo que no tengo cuando no estás y con todo lo que seré en esta vida y en l

nos pueden unir y esas mism

ila, y multiplicaré todas las que nos

con ellas y con sus labios. Mientras hablábamos sentados un

ue tu hermano sepa que estamos juntos de nuevo. Todo lo que te

que pasó es vital para mí. Pero haré lo que sea por estar contigo. Ya he probado lo qu

o el mató a mi hija. Pero un día, me sentiría vengada. Solo con verlo

r y está vez me mataría. Muriel prometió que Simón no sabía de mi presencia aquí, y quería confiar en qué Andrew no le co

, para que me sanara. Ni siquiera Andrew sabía dónde estaba. Es todo lo que puedo decirte. Hay mucho las

catriz, sus lágrimas mojaron mi piel y mis dedos se enter

cuerpos en uno. Mezclamos los dolores,

s manos reconocían mi cuerpo de memoria.

tacto. Todas las veces que embestía dent

nosotros podíamos ser. Eso que nadie entendía, que po

suya y el

el mundo, Carter y yo

ncias para salir de este mundo y nos confesam

amos como novios que nadie podía saber que se

ila y Ca

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