LA ESPOSA DEL CEO
sociarse con su tía, la hermana mayor de su progenitor, no era buena idea, porque ella siempre fue muy frívola, se había casado varias veces y cad
l manera que cumplió todos sus caprichos, abusó de la confianza de su hermano
ido un cargo en su empresa londinense, tuvo que rechazarlo y regresar a Italia
para recuperar su estatus, bajo el compromiso de que su hermana no tendría ninguna participación en sus
nte, pero la decepcionó mucho al no presentarse a la boda y peor fue enterarse de la causa de su ausencia, ya que una rubia se
liano Riva la despreció públicamente y eso no se lo perdonará nunca, por mucho que le haya emocionado su presencia, ya que sus ojos la hicie
r amor y el primer bes
toc
Quié
y Emi
ué qu
lar co
–D
blarle a una p
me en el salón, ba
o?, ¿por qué no ab
el salón o no h
pero en
hacia el cielo oscuro, mientras sus pensamientos fluían. Esperó unos minuto
beber algo?
¿de qué quiere
boda y seguramente habría planeado un viaje de luna de miel para consum
que no te presentaste a la boda y yo seguí adelante porque lo único que me importaba era ayudar a mis padres. Tú continua con tu promiscua vida, porque no tengo ningún interés en relacionarme con un homb
rtarte, no quiero saber que acept
eras y, ¿soy yo la que tiene que comportarse?, debe se
algún comentario sobre ti en la ofic
ningún comentario sobre mí en la
liza
es y dulces s
enseguida entró su suegro con
tanto? –preguntó
ácter, lástima que no te dist
ujaba a ir hasta su habitación y hacer valer sus derechos como esposo, pero él razonablemente no
y a
y dijiste que te q
to padre,
ierto resquemor, pero no le daría cabida porque su matrimonio no tenía futuro. Se dedicaría a su trabajo ya que realmente le había a
*
gún las recepcionistas, era un perfecto Adonis, solamente superado y por muy poco por el CEO Emil
sola aquí, acompáñeme a ver al Adoni
cer, todas las miradas estaban fijas en el pasillo que conducía a los sanitarios, ya que hacia allí se había dirigido el visitante,
qué sorpresa
o al mismo tiempo que abrí
haces e
y aburridos negocios. Tengo una c
está en el piso 25
llegado, me pidier
cina, pediré que me avis
cer esperar c
ora después fueron interrumpidos por un mal encarado Emiliano qu
iams, tengo 15 minutos e
, habían quedado en avisarle
ién e
e sorpresa encontrarla. Cariño voy a la reunión y al terminar vamos a comer, ¿de acuerdo? –Emil
omer juntos señor Williams
al terminar t
arme Trevor, que te vaya
on los ojos, pero no pronunció ninguna frase. Elizabeth impávida le sostuvo la mirada, cont