Tratando de no amarte
edias de
era- Hace un puchero. -Cuando mi padre salga de sus terapias, voy a darle de baja a mi perf
, pero... "Nunca digas nunca", dejando atrás el tema, hablamos de cosas más agradables, como que ya nos queda menos para terminar
e que regrese a casa porque ya era muy tarde, menos mal que mi amiga y yo
r a paso ligero mi escuela, sin estar presionada por las tareas o los proyectos. Como todas las noches, me toca limpiar mi piso, mientras espero a que el ascensor llegue a mi destino, saco mi teléfono de m
o, los cestos de basura hasta rebosar, incluso me he topado con chicles pegados debajo de los escritorios. Limpiar
jefe. Antes de entrar, reviso que tengo todo lo necesario para empezar con mi trabajo y una vez de qu
no dejo de temblar, pego mi teléfono a mi pecho y abro bien los ojos, la idea de que un ladrón se cuele hasta este piso es imposible ¿no? O.... ¿Sera uno de esos famosos fantasmas que aparecen en las oficinas? ¡Espero que no, soy demasiado miedosa con esas cosas! Trago
rado a la oficina para saber de qué se t
saber si ya se han ido, pero veo todo tranquilo y pasible, frunzo el ceño y me acerco un poco, pero en eso la puerta hace clic, haciendo que salte en mi lugar y regrese rápido a donde están mis cosas, lá
nzo a escuchar tacones golpeando el piso, mi corazón se acelera, mi respiración se agita y mi cuerpo se pone tieso, m
siento que alguien me toca el hombro, haciendo que pegue un brindo del susto y un chillido se me escapa, la persona que me ha tocad
a la mujer que me ha dado el susto de muerte, ella tiene una expresión seria en el rostro, parece ser que no
etir, que, cuando vaya a acomodar su escritorio, que no mueva su bolsa de maquillaje, que la otra vez la estuvo buscando por todas partes, pareciera que se va
Su voz masculina y podero
e los puños del saco, viéndolo a contra luz, da demasiado miedo ¡Qué bueno que no me lo enc
mura la mujer de fo
tener un hombre en mi vida? Bueno... sí, pero no en estos momentos, no me veo con cab