LA PROMETIDA
eseas ir? - preguntó
staba muy nervioso, nunca quiso llevarla a conocer a su familia, porque al parecer no se llevaba con sus dos hermanos. - No me mires así, sé lo
quedaras
n a nuestro matrimonio, ese es otro motivo por el que debo viajar, debo avisar que e
ena, para que cenemos junt
ienes quién lo haga? - comentarios
cer mis propias cosas. Recuerda que soy la mejor chef de Chicago. - Micah levantó las manos en son de rend
ef de Chicago desde hace 3 años, tenía 2 restaurantes que iban de maravilla, uno en Chicago y uno en Seattle,
sar y un pollo con patatas al horno, añ
sala Micah se encontrab
rato. - al escucharlo frunció el ceño y carraspeo para que Micah la escuchara,
rre a
al, estoy cansado de que si no estoy
es tu deber estar ahí. - Micah se acercó
mucho trabajo y a diferencia de ti, si le pago a algui
e al parecer, tendrás que ir a tr
muy fuerte, sus padre no veían de muy buen agrado su relación con Micah, h
hí casi tres meses, unos 15 días antes de la boda, una que se celebraría en la mansión de sus padres, su mad