Amnesia un amor desconocido
s y confundidos. Una extraña demanda, diri
díbula. Arranca el picaporte de una de esas puertas con brutalidad y lo rebolea hacia la cámara, se abre un cuadrado
s de puta¡¡déjenme sa
ndo cosas no vas a s
en este lugar horrible con Dylan y un grupo de extraños... al carajo esos hijos de puta y su men
o pesada que es?, hormigón puro. No quiero ser pesimista, pero qui
importa-
de extraños no puedo confiar en ellos, y más teniendo en cuenta que algunos de ellos son criminales escapando de la po
rá que todos pueden identificar el mome
frontera? – le pregun
desafiante, camino hac
te importa, que
soy p
cía encubierta?
as, ya con este del secuestro, es más que suficiente. Hice e
uando vuelve a repetirse en
s minutos se transmitirá un mensaje de gran importancia para los sujetos aquí presentes. Dirigirse de inmedi
uñendo, como si el sonido de e
ue vestía con la ropa de la c
ibas a la Annie Wright Sch
rse los pelos para
hice la preparatoria
sonríe
mos el noveno grado juntos
rió, tirándole los brazos para abrazarlo. Los
cuerdo de nuestras salidas, qué tiempos aquellos. Pero que mal que hayamos
mí me da igual, como
cambio en ese punto observándolo
camisa mostrando un tatuaje de un león r
jo meneando la cabeza y
lga juntos. ¿o ya te olvidaste lo bien que nos llevábamos cuando éramos adolescentes? Escuch
... p
igo no pasara nada. Así funciona, ustedes
lli- ni bien logremos escapar de esta pocilga tu vendrás c
eres un camarada, aunque
o a ese muchacho latino, que casualmente fue amigo del otro chico. Lo único que me queda cl