La esposa sustituta del CEO
ni una sola palabra ante la noticia que acaba de recibir y dejó ir al mensajero de
de Egil, no. Él no es alguien que se queda con los brazos cruzados ante tal deshonor,
quizás
es algo a lo que su mano derecha ya está acostumbrado, ya que se conocen desde que
el escritorio, señal característico de qué está planeando alg
ta sin cobrar y esos pobres infelices
en los pasillos de la hacienda, el silencio es profundo. Las noticias sobre la huida de Nadia dos días antes de la bod
o? -Pregunta Egil y Gage se
e los Arrabal dentro de a
legue sin contratiempos. También prepara una bienvenida en el
e Egil. Por el tono de su voz, puede imaginar lo que
nto fijo del horizonte y su ca
injuriar mi apellido de ta
bjetivo. Bahram Valencia ya está condenado a la ruina y lo hará poco a poco, lentamente, y con tanta crueldad que a
la se siente mareada, cansada y triste. Jamás pensó que esto le pasaría y aunque m
desde que salieron rumbo a su nuevo destino. Ni siquiera tiene ganas de mirar el paisaje que tant
voz ronca. La humedad del ambiente hace estragos
pero aún nos falta un trayecto largo para llegar
rla, todo vuelve a ser
s de ellos a ambos lados. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de
ncima de un bosque, el pico más alto de la hacienda Arra
palmaditas en la mano. Adelaide quiere creerle,
garganta se forma un nudo doloroso al punto de provocarle asfixia. Nunca había sentido tanto ma
una puerta doble de metal que es la entrada principal a la hacienda. Adelaide se siente impresionada por la
de todas las edades empiezan a rodear el paso
amarle lo de su hermana?», se pregunta mirando la
ndo con curiosidad a la que a partir de ma
lleva hasta las puertas principales de la casa. Adelaide mi
da estoica de su hermano le
la mano para que haga lo mismo. La mirada grisácea de Adelaide se cris
que siente miedo de lo que pueda ocurrir
or que antes. Un suspiro sale de su pecho antes de tom
Adelaide nota en la mirada de aquellas personas un sentimient
s los Valencia! ¡Les deseo una muerte dolorosa! ¡Traidores
eo es salir corriendo en ese mismo instante
Arrabal al hacer este recibimiento estaba e