¡Yo, la curvy!
zabeth
como está dentro de mi bolso tardo en encontrarlo
ando por fin logro
Víctor se oye desde el otro lado. -Disculpa que no haya llama
a muchas candidatas, pero no te preo
ado y un ruido raro y estridente qu
oda nuestra relación de algunos años para acá se reduce en llamadas rápidas, entre viajes, o entre reunion
os segundos para seguir hablando. -Ayer la clientela aumentó en el restaurante y no pude pedir perm
de viaje. Esta vez será un poco más largo que lo habitual. Es un
e vas nuevamente? -me siento al borde de la cama incapaz de
Ya sabes que mi trabajo exige mucho de mí, no puedo hacer nada en contra de eso. Es una resp
puede, hace más de tres meses que no nos vemos porque siempre está viajando, y las pocas vec
studio para poder olvidar mi mala experiencia con Dante, pero por esas casualidades que tiene el destino, Víctor fue llegando al puesto donde yo
añana me dijo que sentía algo especial por mí y que e
tención hasta que acepté ser su novia y aquí estamos, 7 años después tratándonos muchas vece
os, bonitos, que aparecen en el momento justo para repararnos, de los daños que otros han dejado, de esos que te
? -Mi pregunta ya está tril
-su respuesta, aunque aparenta ser conciliadora, es so
ngas un her
cuídate, como hubiese querido escuchar justo hoy. Siento añoranza por ese hombre que hacía de todo por estar conmigo, el que me
suspiro no es suficiente para desahogar mis pesares, lágrimas empiezan a ro
puedo serlo con Víctor ¿Será esto u
ente lo que me dijo D
.)(
del F
y? ¿Por qué hac
adas encima de mis piernas, toma mis brazos y los coloca encima de mi ca
violentos. -Te dije que sentía lo mismo, ¿no es cierto? Siempre te traté bien, todo mi cariño y mi atención siempre fueron par
stado me hace sentir mucho
a la mía y veo como su mandíbula tiembl
pelota instalado en mi garganta. Por supuesto que me importa, mucho más de lo que se i
y largo, demandante, que no me permite siquiera respirar con normalid
a; de más está decir que llevo siempre las de perder si d
e entender que me tiene justo donde quiere, para seguir un camino rápid
alguna. Su deseo por poseerme es obvio, su respiración está agitada y su
adea en mi odio. -¿De lo mucho que quiero
ronco gruñido sale de lo profundo de su garganta, mientras yo comienzo a sollozar, incapaz de s
ollozos ahogados. -M
Se mantiene dentro de mí, pero sin moverse, espera
n ellos las lágrimas que caen sin control. -Eres mía, siempre lo fu
rtirme en su mujer, adorando cada parte de su ser y ahora escucha
bios, con la diferencia que ahora es gentil. Sus movimie
tación. Ya no razono, simplemente me dejo llevar por los miles de sensaciones que provoca
logro controlar. Mi cuerpo obedece al impulso
e a tan importante declaración de amor
lable que me deja sin latidos por varios segundos, uno que me ha
te fuerte y claro. -Eres mía
el Fl
.)(
aturdimiento. -Supongo que hay malas noti
sta el sanitario y me despojo de mi ropa para luego entrar bajo el agua tibia de
te» pienso. «Nunca podré b