La Dama de la MUERTE
o act
cubierto de nubes y gris, el aire era tan fresco
, no sé qué pensar, que decir o que hacer, después de ver a mi mejor amiga con mi esposo anoche no me siento nada bien, me due
ectamente a mi habitación, me invadió el pánico y miré al atractivo h
vea, así como estabas antes, tu solo a
ya que se puso cómodo en un sill
ueden
a Ana, Susana me trataba muy mal; estoy nerviosa más porque me veo y ya no soy lo que fui ayer, pero
recordaba que no había comido nada desde ayer en la mañana así que mi estómago comenz
ra, aparté la mirada rápidamente como solía hacerlo, podía sent
verte o el tener que escuchar los
otalmente fijos en Susana, no daba crédito a lo que acababa de escu
en blanco; cuando el líquido entró a mi boca y se puso en contacto con mis papilas gustativas mi estómago volvió a rugir,
no fue fingido en realidad no quería probar por más hambre que tuviera,
a lavar esto, eres un completo fastidio... ¿¡Por qué no te
n el rostro a propósito, lo que llamó mi atención fue cuando él señor muerte se puso de pie de un bri
ije a él, no dio un paso más, cuando me miró p
bservaba al frente de mi cama en dirección donde aca
noticia, ya está agonizan
o de pie para ponerle seguro y voy al baño para lavarme la cara y la
que pensar en una manera de llamarlo si es que siempre
ueno de un par de meses para acá s
n chistoso molesto, me llama la atención sus ojos que ya no tienen ese ro
e se atrevió a faltarte el respeto de
ra ya que no me interesa para nada tener cerca
ostro con una toalla y voy de
más fáciles y los prime
ad quieres a ese t
ar el video que tengo en su contra, me dijiste que esto se hace con
í que
azul acua, supongo que cambian dependi
llamarte él o señor muerte. – él sonrió, no iba a
ía, lugar o idioma, pero si tengo que elegir entre uno de ellos cr
io, me siento cómoda, como hace mucho no me sentía al lado de alguien es extraño; entre cerro los ojos un p
ana comienza el juego, empezaremos eliminando poco a poco a los
parece pe
sa de nuevo se dibuja en su rostro, lo me