Idilio Y Aflicción
ente no me desvelaba tanto, solo cuando mi prometido tenía antojo de sexo de madrugada (cosa que no era tan comú
ciendo tarde - dijo Catheri
an conducir así - dijo Robert - Pue
antándose del sofá - Yo dormir
suficientemente espaciosa, por lo que teníamos habitaciones s
evantaba del sofá y jalaba a su esposo con cuidado, acción que replicaron Alice
él empezó a reír y se levantó para tomarme de las caderas y empezar a besa
osa que hizo a mi prometido apartarse un poco de
go? - preguntó Rob
, se notaba que el alcohol los estaba afectando, sus hijos se frenaron para v
a mi pareja como si quisiera abofetearlo, por lo que Catherine se paró frente a él para apaciguar su genio también, me frustraba mucho sentir que cada vez que la fam
tar que quisiera ir a seguir peleando con su padre, no obstante, sentir unas manos en mi tr
jadeo salió de mis labios, pero saber que mis suegros estaban e
dres está
esarme el cuello con deseo, yo luchaba por no gemir, pero ver a Rober
ta - le pedí entre sus
rotar su bulto contra mi cuerpo, dicha sensación me
con frustración - Pero algo rápido,
pantalón, yo tomé una almohada y oculté mi cara en ella, Robert estaba impaciente, era obvio que yo debía ser quien
lpe, se sintió tan bien, la respiración tosca de Robert contra mi nuca mientras entraba y sa
bajo mientras seguía su bru
vaivén, yo luchaba por contenerme, era muy estresante estar teniendo sexo al lado del cuarto donde dormían
que su lengua se frotara contra la mía de forma nada sutil, todo mientras mi parej
- susurré entre
ó separando más mis piernas y hu
rios besos en el cuello de parte suya - A-Amor cálmate, ¡a-ah! - gemí suavemente mientras mis piernas rodeaban las caderas ajenas, notaba a Robert algo desesperado, muy intenso, como si entr
n nuestra propia cama - dijo sin una sola pi
da que dio contra mi cuerpo, rápidamente cubrí mi boca con mi mano, pero mi parej
para qué?
era un experto cazador? si a mí cada noche me cazaba y me devoraba como todo un salvaje depredador, cualidad que yo
, sus caderas chocaban con fuerza contra las mías, pero la piel de Robert era tan
te, admito que yo también era muy desvergonzado, pero en
u mano libre, no pude evitar gemir ronco y echar la cabeza hacía atrás, mientras mi cuerpo se estrem
uiero que te vayas - dije e
esto, me dio un hambriento beso nuevamente, apegándo
jo mientras mi semilla empezaba a salir de mi cuerpo y manchar el de mi prometido, no pude evitar gem
as mi cuerpo se estremecía de f
e lento, haciéndome gemir d
tratando de recobrar el aliento, pero mi descanso duró poco, debido a que mi
la almohada y volví a morderla, acostándome boca arriba y gozando los movimientos del se
on fuerza, sintiendo un fuerte orgasmo recorrer mi cuerpo nuevamente, al mismo tiempo que sentía mi cue
cara en mi cuello, dándome suaves beso más tiernos que lujuriosos, sonreí por in
co - susurró
feo mañana - dije mientras
echo con sus manos - Eres mío, te haré mío cuando quiera, no
re suaves risas - Es muy
eve puchero mientras me besaba la mejill
nte con la suya - No me molesta el sexo espontáneo, pero m
pasado toda la vida - susurró con
que pelees con tu padre, ¿cr
más a mí para abrazarme y acostarse boca arriba conmigo
la casa sola para poder gemir como quisiéramo
me verlo a los ojos - Deja de besarme el
aliente cuando bebes? -
vuelves una pu
isas mientras me acercaba a la boca
a vez - susurró empezand
plicante, jadeando al sentir unas
ota que no quie
darlo dos veces, Robert me puso boca abajo de nuevo para empezar a moverse
s glúteos y los separaba para hacerse espacio en mi cuerpo, er
te, Robert me azotó contra la cama con fuerza, haciénd
forma lenta, sonreí apenado cuando me dijo eso, mi prometido era muy suci
stración, aunque él ignoró mis pal
untó en mi oído, sacándome
banas con fuerza, esa noche estaba haciendo frío
orderme con fuerza, noté que empezó a temblar
mi cuerpo y colocarme en una posición algo vergonzosa, pero que era
erse, sujetando mis caderas con fuerza, sacándome gemidos roncos y nada su
n placentera me hizo venirme una tercera y última vez, llenando el colchón de mis líquidos así como tambi
as sus dedos frotaban mi piel, para acto seguido, dar
t me sonrió cínicamente para salir de mí y recostarse a mi lado, s
dormilada, sus palabras me hicieron notar que el e
brazo mientras usaba el otro como almohada, mirando a través de la ventana de nuestra habitación c
lo que importa - dije
do de eso, pero odio que mi fam
rrando de momento mis ojos, el sueño empezaba a
a vida tranquila Ty, sin
zando a mi pareja y acurrucándome en su pecho, entrelazando
usurró dándome un beso en
ba a su cuerpo, no mentí cuando dije hace tiempo que
endo las suaves caricias de mi prometido contra mi piel, y ni hablar de lo hermoso que era pegarme a su pecho y escuchar el lento pa
ños, y que tenía oculto bajo una almohada para abrazarlo de vez en cuando; sentía el cuerpo de mi prometido apegado
e me hizo sonreír por inercia, al mismo tiempo que
Miguel, porque según sus propias palabras, le recordaba mucho a nuestra relación - "Ni un minuto, me logro despojar, de tus besos tus abrazos, de
- dije e
hiciste sentir, con la noche que diste, y el momento que con besos construiste" - en cuanto cantó esa última parte, me fue imposible n
iciando mis caderas a medida que se iba preparando para empezar a
ra desayunar! - exclamó la voz de Alice al otro lado de la puerta, mi
ue terminar de cant
sas para tomarle del cuello y besar sus labios c
oco para levantarse de la cama y estirarse, yo me senté en la cama para estirarm
tir un fuerte golpe contra mi glúteo, voltee a ver a mi pareja con
uzándome de brazos mientras miraba como
pa por tent
tienta? - pregunté camina
, mis mejillas ardieron por completo al oírle, al mismo tiempo que una sonrisa nervios
on nerviosismo mientras miraba a otro lado, empezaba a dejar salir mis inseguridades, y si algo aprendí de las
Ya te lo dije, te amo, y quiero que seas mi esposo - mi pecho empe
mano para besarla, aunque el ruido de la puer
na, claro, a veces teníamos sexo en la ducha o en la cama, pero eso era solamente cuando Robert no tenía prisa por irse al trabajo, y debido a que de noche nosotros éramos dos lujuriosos inconscientes, despertábamos tard