Un hijo para el multimillonario
calma y déjame encargarme de es
familia Allaband. Y Danika recordó sus palabr
y rápidamente miró a Danika y lu
l era su tipo: esas personas que hablaban amablemente, con dul
prendida, Vera?-le pregunt
no asistes a eventos d
n la fiesta de cumpleaños de la empresa de la que soy director ejecutivo. Después de mi abuelo, soy la p
ente, pero Vera logró n
na pequeña risa. Danika luchó por no pone
quién era la pelirroja que acompaña
nía emociones y Danika se sorprendió de lo indiferente
éndole permiso, y siguió a Hernán alej
s, tratando de cont
ntalmente, hirviendo de ira. "Deja que el lisiado tenga un poco de felicidad, ¿vale?", se burló. Después
era fue a buscar
a silla para poder estacionar allí la silla de ruedas. Se alegró de no tener que decirle eso
reguntó Danika, antes de se
pero que traigan las bebidas pronto. ¡Necesito algo f
ego llamar a Hernán para que subiera también. Danika dejó paso a su silla de ruedas y se qu
bre que hablaba. Danika se sintió incómoda, pero justificó su sentimiento con el hecho de que Hernán era su marido y no le gustaba lo que hac
de que aparentemente Xandros sabía del interés de Catriona en Hernán, pero lo que había hecho sig
éis. ¡Danika Allaband! -Anunció Hernán y Danika miró a su alrededo
llero de los libros y películas que ella tanto amaba. Él arqueó le
y ella terminó dando un paso en falso y cayendo por las escaleras, lastimándose las
Danika quiso enterrar su cabeza en un agujero cercano, pero se levantó e intentó ac
el mic
Mi esposa está embarazada! ¡Ne
fue el sonido de cristales rompiéndose. Miró a su alrededor y vio a
oído a Hernán, quien asintió y tomó l
pia pierna con la otra mano. Los ojos de Danika
pidió. La colonia de Hernán se le metió en la nariz y la
gente se alejaba y Danika estaba mu
xactamente eso, para no poder mirar a toda esa gente, pero
abeza. Hernán suspiró profundamente. El aliento de D
ombre de poco más de treinta años. Cuando extendió la
e pensamiento de su mente. Aquello no eran celos. Era simplemente un hombre que no quería compartir lo que era suyo, le gustara o
ejó que el médico comprobara l
o si quiere puede llevarla mañana a los exámenes. Lame
edes dejarnos-Dijo y el doctor h
anika, Hernán la mi
o de que no t
me golpeé la barriga ni
n, y por un momento, Danika creyó ver al
cho, me acabo de g
verlas e