LA VENGANZA DE LA LOBA TRAICIONADA
ón en una profunda confusión, revisando unos docume
uietud. Apartó los papeles a un lado y se recostó en su silla, exhalando un suspiro cargado de pesar-. Eris tendría que haber mantenido a Freya bajo control, asegurándose de que no divulgara mi rel
lce, tierna y sumamente complaciente. En ese entonces, su anhelo era desafiar cualquier destino y unir su vida a la de Lea, ot
nera trágica. Esta desgracia desató en Crono una amargura profunda y sembró las semillas de la desconfianza en su corazón. La necesidad de descubrir la verdad detrás de la tragedia que cambió su vida lo llevó a f
rostro. Era el beta y amigo de Crono, y al ver la exp
a cara. ¿Tu Luna está caus
s más apropiadas, como tejer y mantenerse en silencio. Parece que fuera otra loba en comparación con la dul
la vi en la entrada de la mansión con tres personas, luego caminaron h
salto, vociferando co
oba está decidida a volverme loco. -Caminó
e para empezar a entrenar. Los guerreros solo saludaban con la cabeza as
eccionando sus habilidades. Demostraron ser expertos en el manejo de armas, especialmente
llegó y se disponía a intervenir, pero su amigo lo detuvo. A regañadientes, Crono no avanzó y prefirió esperar a que la pelea llegara a su fin. Mientras observaba, él se quedó maravillado
recharon las manos. Entre risas y bromas compartieron sus propias habili
e mis guerreros. Deberías sentir vergüenza por ofrecer este espectáculo. No deberías haber venido aquí sin mi
allí. En su vida anterior, ese lo
e con tu amante. Además, no veo ningún problema en que tus hombres vean que una loba como yo, su Luna, también puede luchar. Como has visto, solo he venid
Además, como loba casada, debes comportarte de manera adecuada y no estar cerca de otros hombres. Tu r
Hace apenas dos días, Crono afirmaba que siempre estaría enamorado de Lea y que nunca aceptaría a otra loba en su corazón. Juraba que ha
apretó la mano y le hizo señas con la
por cierto, está toda descuidada, junto con las labores sociales. Yo solo estoy entrenando con mis amigos. No te comportes como un
s estar amenazá
paciencia, se acercó rápidamente a su amigo y
a opción que ceder a sus peticiones si quieres mantenerla cont
rededor, notó que sus hombres estaban atentos con los ojos bien abiertos, expectantes a su reacción
án bajo mi supervisión. Por hoy se acabaron sus entrenamientos -echó un vistazo a sus guerreros con la
y sé cuáles son los momentos en que el campo de entrenamiento
vamos. Te llamo más t
de ellos. Luego, sin mirar a Crono, le dio l
las, solo vas a conseguir su desprecio. Y sabes que en estos momentos no
naban las palabras: "Te voy a castigar por todo el revuelo que estás causando y nadie te