Embarazada de mi jefe gay
an B
os a esa aburrida gala cuando recuerdo que es posible que no me dejen e
personas tenían que confirmar su asistencia y el nombre de
solicité un cambio en el nombre de mi acompañante
zo eso? Yo soy
y no una periodista de alguna revista de chism
, no quiero seguir discutiendo con usted,
upe a mí, también me pone de malas discutir con usted, pero no puedo despedirla a menos que teng
que lo tengo agarr
que caiga sobre nuestro jefe, por suerte el ente malvado m
cuidado por favor y us
nciaron y a otras si las despidió porque las muy tontas intentaron enredarse con usted. En cambio, yo soy una asistente más que cap
rita Be
en la agencia saben de su relación con el señor
-me amenaza acercando su rostro al mío, y cuando veo un pequeño
aja y abre la puerta para permitir que descienda mi jefe, y aunque por un instante
a como la de hace un rato -me amenaza con una pequeña sonrisa
uno de los encargados de guardarropa y poco a poco nos abrimos paso entre las personas,
es ganadores de los premios que se llevaran a cabo en un par de horas. Les presto atención durante algunos minutos, sin embargo, cuando comienzan a hablar
estiro mi mano para tomar un bocadillo. Me doy la vuelt
respondo con otra p
quí -musita acercándose a mí y saludándome con un beso en la m
eja clavada en mi lugar y más porque estoy seg
dijo, es mi acompañante, ¿no es así? -me cuesti
con una pequeña mueca-, t-tal vez ot
importante -me corta mi jefe, alejándome una
ichael! -me desp
mi jefe me lleva hasta un lugar apart
increpa en un siseo
a pasado regañándome, así que es evidente
que estar pegada a mí durante toda la maldita velada y, en
ngún tipo -argumento, molesta
as y mejor limítese
le acerque con la intención de querer llevárselo a la cama, es bien sabido por todos que usted es gay -musito de form
ierne. La próxima vez que vuelva a insinuar a
aría un favor, así podría irme con bastante dinero y
ndome del brazo y llevándome lejos cuando unos
tivos de otras agencias de publicidad y, como parece que se tomó muy en serio eso de tene
e, cuando un hombre como de unos cincuenta años se posa entre los dos, es
ón, Cavalluci -escucho que musita el hombre d
ta? -interviene o
uestro país, todas las marcas importantes se pelean por tra
stiona mi jefe con un l
oco me alejo de ellos y por fi
al baño, donde me gustaría refrescarme el rostro, pero estoy segura de que si arruino mi maquillaje y Gianluca
ar, salgo casi arrastrando mis pies. Voy mirando el piso cuando choco con algui
-sisea mi jefe a
el b
o será que se fue a enc
no sabía que hasta para ir al
compañante y debe de est
como si el señor Marcello no se esperase alg
a furioso, acercando pelig
gundo, me siento sofocada -ch
a la
ué a la
stoy ordenando.
ted -lo contradigo con
r qu
ral -me justifico, aunque en realidad lo qu
nos sirvan un whisky a cada uno, empuja un vaso hacia mí y me
ordena con
oy a
migo, le pag
n eso? -pregunto mirá
tendrá el doble de su
gura que no me
vanta su mano para obligarme a callar y luego saca su móvil
ué
nanzas, para decirle que est
es y que seguramente ese pobre
ba conmigo. Le aseguro que l
y comienzo a beber con Belcebú como si fuésemos ami
s tragos nos hemos tomado. Comienzo por sentirme un poco mareada y me cu
rnos -le comento a mi jefe arr
da la razón sacudiendo su cabeza-. Le hablaré
ar lo que resta de mi bebida, así que me la bebo de un trago, pe
ué su
odrá venir
por nosotros? Se supone qu
a emergencia familiar -
qué no l
ncia familiar, tampoco soy un
o le da esas concesiones por qué le gusta o es su amante? -inqui
ara nosotros y q-que el chófer nos vendrá a buscar hasta acá, así que sigamos b
l nada malo puede suceder en lo que esperamos al chófe
.
ento abrir los ojos me pesan tanto que prefiero seguir durmiendo; sin embargo, el
tarde cuando es fin de semana, sin embargo, cuando siento que hay unas piernas enga
cama, y cuando observo al hombre que yace a mi l
usé de mi jefe. ¡Estoy jodida! -far