La chica de las caras rotas
vida seguía en aquella monotonía de siempre que me agobiaba en gran manera, aunque ahora tomaba otro camino para no tener q
una mano, cruzaba las piernas y rodaba la mirada a mi madre, que estaba en la cocina picando u
da hasta mí y puso la
er mientras desay
de pan integral y los echaba en la avena. Siempre me ha gustado este desayuno, siento que me trae mu
ba, tenemos la misma pasión por los libros y los viernes por las tardes eran sagradas para nosotros porque la pasábamos leyendo
y comencé a leerlo, pero me di cuenta que era demasiado retorcido, que el que lo escribió estaba más loco que la gente que lo compraba y decidí dejar la lectura hasta allí. Sin embargo, mi padre lo leyó
s y las creencias que decidimos aceptar, por
qué a la cocina para lavarlo y dejarlo escurrie
s ir a hacer la com
las sei
s con un pañuelo, tomé mi bolso del comedor y me de
: las personas que se suben y lo apretados que quedan en el pasillo del bus público; las
s demás pasajeros, al mismo tiempo que lo hacían otros estudiantes y toda una multitud nos bajábamos, dejando casi
, hasta que entraba al campus de la universidad y me dirigía a mi primera clase. Al ya estar sentada y notar por la h
ue Gabriel me había enviado una nota de voz. Vol
las nunca, eh... -al final se escucha un
ro de mí se retorció de la emoción. Su voz me había cautivado, además, esa forma de arrastrar las palabras l
cómo estás? Le e
y acababa de leer mi mensaje. Estuve a pu
mos estado, los estudios y qué estábamos haciendo. Noté que Gabrie
ró al salón y nos saludó, después comenzamos a dar la clase
a otra y volví a entrar en WhatsApp cuando ya estaba sentada
. Le escribí al retomar la con
é? Me p
te pasaron los recuerdos de mi graduación, el ahogo en m
espondí
de hablarlas, -escribió- espero que algún día seas capaz de
ormes ganas de llorar. ¿Quién era es
como para decirme e
que ha pasado ese proceso, por e
itario que muy poco asistía a clases, se notaba que se sentía incómodo cuando debía es
lases aquel joven -algo que no era muy recurrente- yo me acercaba a él para hablar. Era una chica que fingía ser bastante extrovertida y parlanchina, por esa razón se me hacía fácil entabla
oblemas emocionales que yo estaba sufriendo. Quería que así fuera, que me ayudara de alguna manera a salir de ese hueco en el que
no dando
r todo lo posi
or qué estuve a punto
un puente? (Emot
e detuviste c
e salvé con
lo veo
as a sui
razones para