El placer de lo prohibido - Daly3210
r lo que acababa de
egre
o, regresa est
é no me habías
me acabo d
ante la idea de volver a ver a su hermano. Hab
que ya no era una
te hará tarde pa
to, m
. Solamente deseaba poder abrazarlo, estrecharlo fuertemente contra su pecho mientras sentía nuevamente su calor. L
raída hoy-señal
o-la secu
y regresa
exan
Si
an también. Lo cierto era que Hazel siempre contaba cosas buenas de él: "es muy atento", "todas las noches me
quedaban dudas de que Alexander era un excelente muchacho. La chica corrió a su casa cuando finalme
hermano regres
el chico en un tono m
s, quería experimentar cosas nuevas. No perdía oportunidad para querer tocar un poco más del cuerpo de Hazel y, ahora
aba a sentir miedo. Sabía lo que quería su novio, pero no se sen
ugares públicos y no visitar más su casa, la cual parecía ser el
e estás ev
azel a través de la llamada tel
evades. Al menos esta vez, pareces t
stamos en exámenes finales y
cla
novio, no le gustaba cuando se mol
ucho-dijo con voz suave dejándole
s a qué me refiero-colgó Hermann la llamada dejándola co
aderamente prepara
..
udo percibir el pasar del tiempo con gran detalle, puesto que se
un aire un poco más mayor. También había decidido que quería usar un poco de maqui
si es la hora-la hab
al aeropuerto para recibir a su hermano. Durante
one que yo también
ermano, ¿o ya l
y yo nunca nos
as, ya no e
as, quien estaba próximo a cump
s estudios no parecían ser lo suyo, así que, únicamente se había dedicado a
abía preguntado por él, así que la indiferencia ent
os sin ver a su hijo, todas las veces en que quiso
verse las caras. Pero finalmente había llegado el momento de tenerlo nuev
illó Hazel al v
s miraba fijamente en la dirección donde se encontraba su fami
por completa la pena con tal de ver esa radiante sonrisa. Las manos de Hazel se movían en un saludo que había captado fácilmente, sin embargo, se encontraba lo suficientemen
gres
r la maleta y estrecharla también. Su cuerpo ya no era pequeño y livi
Hi
cado y también habí
mpezaban a sentirse tan cómodos, para ahora proceder a abrazar a su pad
o te trataron? ¿Nos extrañaste? Muchas de esas preguntas venían por parte de Hazel, quien a pesar de que había crecido
sí los extr
muchacha hizo un
e alguien no me ext
na cara de n
n no te
da la casualidad de que estoy viendo a
lado. «¿Estaba hablando de él?» se preguntó. Pero Alexander
ti-dijo sacudiend
Ay
na conversación pe
s pendiente de su vida en el colegio que de preguntar por su hermano, así que, ellos consideraron que la jovencita sí se me