Millonarios dela agro
tivo a mi dulce Adriana. -Diana. - lo corrigió, ácidamente. - Asà es, sólo querÃa saber si estabas prestando atención. - se burló. De hecho, habÃa salido con Adriana dos meses antes de
o, sin embargo, necesito reforzar la importancia de prestar atención a su calendario de compromisos personales. Él la miró, arqueando una ceja divertido. - ¿Otra cena familiar a la que olvidé asistir? Ella le dedicó la misma sonrisa. - TodavÃa no, y espero que no lo olvides, es la celebración del 50 aniversario de bodas de tus padres. - ¿Y cómo alguien puede olvidarlo? Será la fiesta del año en Sacramento. - se burló. El móvil del asistente sonó en la otra habitación. MarÃa Rita le pidió permiso y salió de la oficina para atenderlo. Él notó sus mejillas sonrojadas y se preguntó por qué se sentÃa avergonzada de tener que contestar su propio teléfono celular. No estaba prohibido su uso en la empresa ni para llamadas personales, asà como era gratuito el uso de internet en las computadoras. La mujer llevaba más de cinco años asesorándolo, incluso parecÃa leer sus pensamientos, anticiparse a sus órdenes, era proactiva, leal y confiable. La presencia silenciosa permaneció solemnemente frente a su escritorio. - Necesito los informes de los directivos en diez minutos. - él dijo. - Ya los tengo conmigo. Él la miró sonriendo con satisfacción. - ¿Y la planilla de control de existencias de semen bovino? - Se suponÃa que el jefe del laboratorio me enviarÃa al mediodÃa. - Muy bien. - dijo, sin especial énfasis en su voz. - ¿Ordenaste que prepararan el jet para llevarme al pantanal? - Sà señor, y reservé la suite en un hotel muy discreto, como usted siempre me pide. - Um, ¿y hay una sala de reuniones en la suite? - No. Es un hotel más sencillo. - ¿De qué me sirve un hotel discreto y alejado del bullicio urbano si no voy a tener un lugar donde celebrar mis reuniones de negocios? - Normalmente me pides que reserve hoteles discretos por tus acompañantes... la app, esa web... Bueno, ya sabes. No percibió ninguna censura en su voz. - Ah, pero ahora estoy comprometido, ¿verdad? - respondió, esforzándose por parecer serio. - Fue... quiero decir, la llamada que acabo de recibir. - comenzó luciendo nerviosa. - Lo siento, pero tu novia me puso en una situación embarazosa. - Qué noticias. - comentó molesto. - Bloquea su número en tu celular, eso solucionará el problema. - Bueno, eso es más o menos... Bueno, justo al revés... Ella me pidió que te dijera que la relación habÃa terminado. Pedro sonrió. - ¿Verdadero? - SÃ, dijo que como habla más conmigo que contigo, podrÃa terminar su relación a través d