MY CEO PREDESTINADO
no estoy cerca de él y que él no está aquí, y eso me alivia. Pero al mismo tiempo miedo, porque sé que, aunque él no esté, me esté mirando, nunca me dejaría s
con todo. Comenzó a tener problemas con las drogas cuando se involucró con Alfred. Intenté detenerlo, pero ella ya era adicta. Me culpo todos los días por no haber hecho lo suficiente, por no haber sido lo suficientemente fuerte para ayudarla. Conocí a Ashley tan pronto como llegué aquí. Nos juntamos un par de veces, pero para mí, a diferencia de ella, no significó nada, sobre todo porque nunca fui el único. Ashley se va y poco después Hanry aparece en la puerta de mi habitación. Es rubio, como yo, tiene ojos claros y un rostro maduro, pero bien conservado. Me dieron un mes de luto. O mejor aún, un mes para poner la cabeza en orden, como decía la psicóloga. Era lo que necesitaba, pero nada ha cambiado, todavía siento el dolor que me desgarra por dentro, nada me hace olvidar, aunque lo intente. "¿Qué hablamos sobre traer chicas a casa, Aaron?" -se queja Hanry. - ¿Prefieres que me los folle en la calle? - pregunto sabiendo ya tu respuesta. Le importa mucho su apariencia en la sociedad, así que por supuesto prefiere que esté aquí. - ¡Escucha, Aarón! Sé que estás pasando por un momento difícil, la muerte de tu madre te afectó mucho... - Comienza a replicar. - ¡No! ¡No te imaginas lo difícil que es! ¡No estabas allí, no la viste consumiéndose lentamente! Fue lo suficientemente cobarde como para dejarla, dejarnos y nunca intentar saber cómo estábamos. - grito interrumpiéndolo y analizando sus ojos. - ¡No tengo la culpa! No tenía idea de que tu madre fuera así. ¡Ya no aceptaré más tus rebeliones! Has estado así durante más de un mes. Decidí darte un poco de tiempo, pero veo que no solucionó mucho. Mañana empieza tu primera clase y te quedarás con los demás estudiantes universitarios, en una habitación de la residencia universitaria. - ¡Perfecto! ¡Al menos así no tendré que lidiar con tu maldita presencia todo el tiempo! - Le cierro la puerta en la cara. Agarro la lámpara que está en la mesita de noche y la tiro contra la pared, gritando. Mi relación con Hanry nunca fue la mejor. Cuando era más joven, él y mi madre se separaron y él simplemente decidió no ser parte de mi vida. Ella quedó embarazada muy joven y él no cumplió su papel de hombre. Después de cumplir trece años quise volver a mi vida, per